Espada criolla honra a Rubén Limardo en su despedida de los Bolivarianos

Veintidós años pasaron desde el debut de Rubén Limardo en Juegos Bolivarianos (Ambato 2001) hasta la fecha, cuando este 27 de junio, Día del Periodista, el campeón olímpico de Londres 2012 le dice adiós a una competencia que nunca pudo ganar en la modalidad individual de su arma predilecta, la espada, pero en la que reinó consecutivamente por equipos en todas las ediciones que participó.

El equipo venezolano posando con la presea dorada

“Ambato fue en 2001 y yo tenía 16 años. Recuerdo que estábamos en Ecuador y pasó lo de las Torres Gemelas y me tocaba competir, pero no me metieron porque era muy niño, sin embargo, al final, competí y pudimos ganar”, cuenta en retrospectiva el hombre récord de la espada en América sobre aquel debut en el ciclo olímpico de una competencia que cuatro años más tarde lo tendría como flamante abanderado de Armenia Pereira 2005, con ya 19 años y un título mundial juvenil en sus hombros.

A 22 años de aquel debut, ahora junto a sus hermanos Francisco y Jesús Limardo, y su compañero Grabiel Lugo, campeón individual de la espada bolivariana 2022, Rubén se despide de una competencia “que siempre me llenó de orgullo como lo son estos Juegos Bolivarianos, que aunque nunca los pude ganar en individual, sí lo hice varias veces por equipo y la verdad es que me voy satisfecho por todos mis resultados personales y grupales. Siento que hemos hecho historia durante todos estos años”.

El cuarteto criollo derrotó en el Gran Salón del Club Campestre de Valledupar a Chile con marcador 45-31 en el duelo previo a la final, una instancia que los llevó a enfrentar a Colombia, tal como hace unas semanas en el Panamericano de Esgrima de Asunción, donde los venezolanos lograron el título continental y Rubén coronó su quinta medalla de oro desde el 2009.

El resultado fue una diferencia de once toques a lo largo de los nueve combates reglamentarios (45-34) que le dio a Venezuela, en manos de la dinastía Limardo y de Lugo, su sexto título consecutivo en la espada por equipos en Bolivarianos desde Ambato 2001, pasando por Armenia 2005, Sucre 2009, Trujillo 2013, Santa Marta 2017 y ahora Valledupar 2022.

“Sólo me perdí los del 2013 por el paludismo que me dio aquella vez y en 2017 sólo competí en individual”, aclara un Rubén que da crédito a sus compañeros por la presente victoria, pues una molestia en su rodilla generó que fuera inscrito en el equipo como reserva: “Los muchachos respondieron muy bien, estamos preparando este equipo para que pueda clasificar a París 2024, sobre todo a Jesús y Gabriel que son los más jóvenes, y a Francisco que es el hombre fuerte. Espero que ellos me aprovechen este corto ciclo porque voy a dar el máximo”.

El número dos del ranking mundial reiteró que ha tenido días difíciles en cuanto al tema físico y que por esa razón se ha cuidado en extremo a lo largo de su participación en Valledupar: “En 15 días tenemos el campeonato mundial que es otro reto en mi carrera que quiero conquistar”, cerró el máximo ganador de la espada en el continente.

Hablan los campeones

Francisco Limardo: “Esta es mi quinta medalla en Juegos Bolivarianos pero tiene un mejor sabor porque se la dedicamos a mi hermano Rubén. Ha sido una final reñida que la repetimos porque hace unos 15 días le ganamos a Colombia en muerte súbita en el panamericano y fue un combate muy difícil.

Jesús Limardo: “Le agradezco mucho a mi entrenador Ruperto Gascón y a Benry Martínez, a mis hermanos, al equipo porque somos un equipo compacto. Quería darle esta medalla a Rubén porque son sus últimos Bolivarianos y no lo podíamos despedir de otra manera después de haber hecho tanto por nosotros”.

Grabiel Lugo: “Fue un combate reñido, los colombianos nos iban ganando pero supimos mantener la calma y cada compañero supo trabajar toque a toque y cuando me tocó montarme en la pista en el asalto seis, sacó cuatro o cinco toque de ventaja y pudimos tener una ventaja más amplia. Estas dos medallas de oro se las dedico a mi familia y a mi madre que tengo años sin verla. Nuestra meta es París 2024, no sólo clasificar, sino llevarle una medalla al país”.

Cuatro títulos por equipos Ambato 2001, Armenia 2005, Sucre 2009 y Valledupar 2022, y dos platas (05′ y 09′) y un bronce individual (22′) son el palmarés del capitán de la espada masculina que se va a casa con la satisfacción de saber que, el arma que lo tiene entre los inmortales, queda en buenas manos y el legado continúa.

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