En la madrugada del lunes 6 de junio, en una zona boscosa situada en la carretera Oripoto en Santa Lucía, sector La Mata, vía que conduce a Turgua, adyacente a la Unidad Educativa Emilio Ochoa del municipio El Hatillo, transeúntes localizaron muerto a un adolescente de unos 17 años de edad, y en su estructura orgánica, de acuerdo a la inspección ocular, se apreciaron varias heridas causadas por el paso de los proyectiles.
Ante los hechos, los moradores se dirigieron a la estación policial de El Hatillo, en donde reportaron ese hecho que causó conmoción en la vecindad e igualmente tuvo información la Base de Homicidios de esa jurisdicción.
Seguidamente las comisiones del Cicpc y demás autoridades se trasladaron al sitio del suceso, dando inicio a las pesquisas del caso e inmediatamente relacionaron el suceso con un posible acto de venganza o ajuste de cuentas.
Procedieron a levantar el cadáver y trasladarlo luego a la Morgue de Bello Monte para la autopsia de ley. Con el pasar de las horas, los sabuesos se percataron que las heridas eran atípicas y se inicia un trabajo de investigación con el apoyo de Polibaruta.
DESVIRTUAR LAS INVESTIGACIONES
En el desarrollo de las averiguaciones, los pesquisas descubrieron que el muchacho aún sin identificar, pero con las siguientes características físicas, de piel trigueña, contextura delgada, cabello corto, tipo crespo, de color negro y de 1 metro 65 centímetros de estatura, presuntamente en situación de calle, había sido asesinado en la avenida Universidad en la ciudad de Caracas en la madrugada del lunes 6 de junio.
Luego los autores del crimen, en aras de complicar las investigaciones y librarse de culpas, botaron el cadáver en una zona boscosa descrita al principio de la redacción de la noticia.
Y como no hay crimen perfecto, los funcionarios colectaron evidencias de interés criminalístico y citaron a unas personas a rendir declaraciones.
MONTARPON UN TEATRO
Se informó que las detenciones y pesquisas preliminares estuvieron a cargo de los municipales y con el transcurrir de las horas se presentaron unos oficiales que estaban de guardia para la formación y entrega del servicio.
Se trataba de los oficiales Isaac de Jesús Álvarez Ziniaga, Henry Moisés Rodríguez Gutiérrez y Dodannymm Piñero Muñoz, quienes pertenecían a la Dirección del Servicio de Investigación Penal del referido cuerpo policial.
Echaron un cuento que no cuadró. Narraron que a la altura de la plaza Venezuela, un sujeto los interceptó para despojarlos de las pertenencias, e inmediatamente el oficial Isaac Álvarez sacó a relucir un arma de fuego efectuándole disparos al presunto delincuente para neutralizar la acción irregular.
En medio de esa situación, los funcionarios colisionaron un vehículo particular en el cual se desplazaban por la zona.
CAYERON EN SU PROPIA TRAMPA
Uno de los superiores de Polibaruta, presente en el interrogatorio, se dio cuenta que la información que suministraba Álvarez era falsa, e inmediatamente se realizaron otros interrogatorios más intensos a los oficiales.
Durante la declaración, los policías se contradijeron, y poco después se comprobó la falsedad, acotando que efectivamente le habían causado la muerte a una persona en la avenida Libertador y posteriormente la habían liberado en la carretera antes descrita para eliminar cualquier sospecha.
Se continúa con las investigaciones para esclarecer los motivos por los cuales los funcionarios le causaron la muerte al adolescente, así como la identificación plena de la víctima, señaló la nota de prensa del cuerpo detectivesco.
La institución policial instó a la comunidad en general a suministrar información de importancia si conoce o tiene algún familiar desaparecido con las características similares al joven muerto para su identificación.
A LA ORDEN DE LA FISCALÍA
Los presuntos implicados, identificados como Jesús Álvarez Ziniaga, Henry Moisés Rodríguez Gutiérrez y Dodannymm Piñero Muñoz quedaron en manos de los funcionarios de la División de Homicidios, y hoy miércoles serán imputados por varios delitos.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
