La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA en inglés), advirtió que el impacto en la factura de combustible en 2022 de la aviación alcanzará los 122.800 millones de dólares con un precio medio de 136,8 dólares por cada barril, reseñó Prensa Latina.
Además, alertó que en la medida que la demanda de boletos de avión se aproxima al nivel previo a la pandemia de la Covid-19, el aumento del costo de los carburantes para aviones, sobre todo el queroseno, se convierte en un obstáculo importante.
Por su parte, las cotizaciones se incrementan y solo en la última semana el crecimiento fue cerca de un 8% y amenazan con una nueva tendencia al alza.
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El queroseno, principal combustible para el funcionamiento de los aviones, es un derivado del petróleo y su precio depende de él, el mismo crudo que en los últimos meses se ha disparado por un desajuste entre la oferta y la demanda como consecuencia de las sanciones económicas contra Rusia.
En este contexto, el precio del combustible para aviones cerró la semana pasada en 158 dólares por barril, y aunque está por debajo de su máximo histórico registrado en marzo, vuelve a repuntar con variaciones según la región, siendo Europa la más castigada, con una cotización que supera los 163 dólares.
Asimismo, debido al entorno actual de problemas de oferta y elevados importes, la escasez de combustibles es posible, según el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, advirtió que la demanda crecerá en el verano con posibles cuellos de botella en el diésel, la gasolina o el queroseno.