La Defensoría del Pueblo de Perú demandó este jueves al Ministerio de Salud que realice “acciones concretas” para asegurar la disponibilidad de medicamentos oncológicos en los diversos establecimientos de salud del país.
La petición la hizo la entidad tras analizar los primeros resultados de la supervisión realizada durante abril y mayo al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) y a los institutos regionales de enfermedades neoplásicas del norte; centro y sur del Peru país, detalló la Defensoría del Pueblo en un comunicado.
En todos esos centros, “reportaron problemas en el abastecimiento de medicamentos en lo que va del 2022”; agregó la información.
En este sentido; detallaron que el Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas (IREN) de la región Centro manifestó que el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) del Ministerio de Salud solo ha atendido la compra de 20 medicamentos de 50 que fueron requeridos en el primer trimestre de 2022.
Además, según la información proporcionada por dicho instituto a la Defensoría del Pueblo; para el segundo semestre solo se ha cumplido con el 15 % de los medicamentos requeridos.
El jefe del programa del Derecho a la Salud de la Defensoría del Pueblo, Carlos Almonacid; aseguró que, “desde inicios del año”, han manifestado “su preocupación por el problema en el abastecimiento oportuno de medicamentos para el cáncer”.
Por eso, hicieron la solicitud al Ministerio de Salud y al estatal Seguro Social de Salud (EsSalud); con los que sostuvieron distintas reuniones.
“En ellas, se nos informó de las medidas que estas instituciones estaban adoptando; sin embargo, los resultados de nuestras supervisiones evidencian que estas medidas no son suficientes, pues persisten los problemas de desabastecimiento; señaló.
Finalmente, informó que se ha realizado un nuevo requerimiento al Ministerio de Salud sobre las “nuevas estrategias que adoptará para garantizar el acceso oportuno de los medicamentos de esta población vulnerable, pues la demora en el inicio de sus tratamientos o su continuidad pone en grave riesgo no solo sus posibilidades de recuperación y bienestar; sino su propia vida”.
