Bloqueador solar: El enemigo de los arrecifes de coral

Los bloqueadores solares no son tan amigables con el ambiente como dicen ser: están orillando a los corales a liberar más toxinas que nunca.

FOTO: CORTESÍA| NATGEO

La problemática está a flor de piel, literalmente. Mientras los seres humanos que vacacionan cerca de la playas necesitan protegerse de los rayos UV con bloqueador solar, los corales en las vecindades marinas padecen de estos químicos artificiales. Aunque algunas marcas aseguran que sus productos son amigables con el medio ambiente, un nuevo estudio, publicado recientemente en Science, señala justamente lo contrario.

Un equipo de científicos y biólogos trabajaron con Stanford para analizar los impactos de estas sustancias en los arrecifes de coral. Al absorber el bloqueador solar, esto es lo que ocurre en el organismo de estos animales marinos —y así repercute en el ecosistema entero.

¿Cómo afecta el bloqueador solar a los corales?

Aunque de entrada parezcan plantas o rocas submarinas, los corales son animales. ”Debido a que están adheridos, ‘echando raíces’ en el fondo marino, a menudo se los confunde con plantas”, explica National Oceanic and Atmospheric Administration, en Estados Unidos. Sin embargo, a diferencia de las rocas, […] están vivos’.

FOTO: CORTESÍA| NATGEO

Así como sucede con la piel de los seres humanos, cuando los corales entran en contacto con cualquier tipo de sustancias, sus organismos se defienden. Aunque no todos los bloqueadores solares les resultan tóxicos, aquellos dedicados para «longitudes de onda más cortas, como la luz ultravioleta, puede atravesar la superficie de la piel y dañar el ADN y las células«, escriben los autores del estudio para The Conversation.

El problema radica en la oxibenzona, una sustancia química que contiene el bloqueador solar y que los corales reciben:

Al entrar en contacto con sus células, ”lo convierten en fototoxinas, moléculas que son inofensivas en la oscuridad pero que se vuelven tóxicas bajo la luz del sol”, añaden los científicos en el artículo.

A partir de los análisis que se realizaron en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, los investigadores se percataron de que, en menos de 24 horas, oxibenzona provocaba la muerte del 50 % de las larvas en los corales. Ellas no son las únicas afectadas. Por el contrario, este fenómeno impacta a las otras especies de animales que dependen de los corales para subsistir. En el mediano plazo, esto genera un desequilibrio ecológico en el ecosistema entero. 

Más estrés en los ecosistemas marinos

Los corales se pueden entender como vecindades submarinas. Esto es así porque diversas especies de peces, crustáceos y estrellas dependen de ellos para tener un hogar y alimentarse. Sin embargo, el alza en las temperaturas de los océanos y el contacto constante con bloqueadores solares —y otras sustancias tóxicas— compromete su bienestar, así como el de las demás especies que se sostienen con ellos.

FOTO: CORTESÍA| NATGEO

Ambos factores se conocen como ‘estresores’, y se añaden a otros que impactan de manera simultánea a los ecosistemas marinos:

«los arrecifes de coral se encuentran entre los ecosistemas biológicamente más ricos y económicamente valiosos del planeta. a pesar de su inmenso valor ambiental y socioeconómico, los arrecifes de coral están en declive global debido a una serie de factores estresantes de origen antropogénico, que incluyen el aumento de la temperatura del agua del mar, la contaminación costera por nutrientes y la sobrepesca», detalla el equipo de stanford para science.

Hoy ya existen estudios que confirman que el bloqueador solar es una amenaza para los corales y la vida marina en las costas. Sin embargo, los científicos en Estados Unidos reconocen que hay poca investigación que explique de qué manera. A partir de los resultados del estudio, se piensa que la clave está en cómo interactúa el metabolismo de los corales con estas sustancias exógenas —y qué se libera una vez que el proceso terminó.

Aunque existen productos libres de oxibenzona, la mayoría de los bloqueadores solares tienen alcoholes de la misma familia química. Esto, nuevamente, compromete la salud y seguridad de estos animales marinos. «Esperamos que, en conjunto, nuestros resultados conduzcan a protectores solares más seguros y ayuden a informar los esfuerzos para proteger los arrecifes», concluyen los autores.

elsiglo con información de NationalGeografic