Cinco muertos dejó atentado a comisaría de Rosario de Paya

Al menos cinco personas fallecieron entre la noche del jueves y la madrugada de este viernes en el atentado ocurrido a la sede del Comando Policial situado en el sector Pantin, en Rosario de Paya, parroquia Pedro Arévalo Aponte del municipio Santiago Mariño del estado Aragua, según la información conocida de manera extraoficial.

Los cadáveres fueron trasladados en una furgoneta a Caña de Azúcar

Los hechos, según el reporte, se registraron en tres escenarios distintos entre Rosario de Paya, La Capilla y Villeguitas en Turmero.

Se informó que poco antes de las 11:30 de la noche del jueves, un grupo de quince hombres fuertemente armados que se desplazaban en una camioneta doble cabina y en dos motocicletas, traían secuestrado a un ciudadano.

A unos dos kilómetros aproximadamente del comando policial, específicamente a la altura de La Capilla, en la parroquia Pedro Arévalo Aponte, los hampones detuvieron su marcha y allí bajaron a un hombre.

Aprovechando la oscuridad de la noche, los sujetos le cayeron a tiros al individuo. Antes de huir, los malvivientes le despojaron de la documentación, un celular y otros objetos de valor. El secuestrado, de quien se desconoce su identidad y dirección de habitación, quedó liquidado diagonal a una capilla de la iglesia católica.

Luego los sospechosos siguieron su ruta hacia Pantin y estando frente al comando policial, donde funciona el Centro de Coordinación Mariño III, procedieron a atacarlo con armamento de guerra.

Las paredes quedaron averiadas a punta de plomo e igualmente la oficina de atención al ciudadano. Se contabilizaron más de 100 agujeros. Eran aproximadamente las 11:30 de la noche del jueves.

Se dijo que siete funcionarios de la Policía de Aragua se encontraban prestando servicio a esa hora de la noche, y en medio de la lluvia de tiros, solicitaron refuerzo de las demás unidades de los distintos cuerpos policiales. Salvaron sus vidas porque se lanzaron al piso y desde allí hicieron frente a los delincuentes.

El apoyo no se hizo esperar. Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, Guardia Nacional, Policía Municipal de Mariño, División de Investigaciones Penales, Cicpc, Dirección de Inteligencia y Estrategias Preventivas tomaron la zona.

Desde ese momento varios sectores del municipio Mariño fueron tomados por las fuerzas de seguridad del Estado venezolano, y en el barrio Villeguitas, parroquia Turmero, los oficiales de la PNB avistaron a unos sospechosos, a quienes les dieron la voz de alto a eso de la 1:00 de la madrugada de ayer viernes.

Sin embargo, los hombres desacataron la voz de alto y respondieron disparando sus armamentos de porte ilegal. En una acción legal, los policías repelieron al ataque de los presuntos hampones.

Durante el intercambio de disparos, cuatro de los sospechosos resultaron heridos y en aras de garantizarles sus vidas fueron trasladados al Ambulatorio de Turmero, donde fueron ingresados sin signos vitales.

Se conoció extraoficialmente que uno de los fallecidos respondía al nombre de Jesús Cisneros, de 26 años de edad.

Se comentó que en el sitio del suceso, los oficiales incautaron cuatro armas de fuego y otros elementos de interés investigativo. Hasta ese sitio se presentaron las comisiones del Cicpc iniciando las averiguaciones del caso.

Aunque no se informó de manera oficial, se dijo que los individuos podrían ser los autores al ataque al comando policial en Rosario de Paya. Todo indica que figuran como los sospechosos al ataque al centinela.

Por tal motivo, comisiones mixtas iniciaron las averiguaciones del caso, y además, en la mañana de ayer, los sabuesos del Cicpc colectaron los casquillos percutidos frente a la estación policial.

También se dijo que los autores del homicidio del ciudadano en La Capilla y el atentado al Centro de Coordinación Policial serían miembros de una banda de hampones conocida como “Mauricio La Flauta”.

Asimismo la investigación se orienta en función de identificar plenamente a los atacantes a la sede de la PA.

FAMILIARES ACUDIERON AL AMBULATORIO

Mientras que los sabuesos del Cicpc realizaban la planimetría de los tres sucesos registrados en Mariño, aproximadamente a las 9:00 de la mañana de ayer se presentaron los familiares de uno de los abatidos.

Una joven que no se identificó, dijo que uno de los muertos es su hermano, identificado como Jesús Cisneros, pero no sabía la edad.

Ante una pregunta de los periodistas ¿de cómo sucedieron los hechos?, respondió diciendo lo siguiente: “Desconozco los motivos y qué hacía mi hermano en esa zona. Estoy muy confundida”, comentó.

La muchacha se mostró indispuesta a seguir declarando a los reporteros. No obstante, la joven fue citada por los investigadores del Cicpc para que rindiera declaraciones preliminares del caso del enfrentamiento.

Transcurridas las primeras horas de la mañana de este viernes, los cadáveres fueron trasladados a la Morgue de Caña de Azúcar para la autopsia de ley.

REFORZADA LA SEGURIDAD

Por otro lado, se dijo que por instrucciones de la superioridad, se ordenó reforzar la seguridad en el comando policial y dar con el paradero de los antisociales. Los atacantes son 15 personas que poseen armamento de guerra.

Las comisiones realizaban allanamientos este viernes en varios sectores de la parroquia Pedro Arévalo Aponte.

RELACIÓN CON EL ATAQUE A LA GNB

En ese mismo orden de ideas, se conoció que presuntamente esos antisociales, serían los autores del atentado al puesto de la Guardia Nacional Bolivariana en la comunidad de Guayabita.

Se dijo que ese hecho ocurrió el pasado fin de semana. Hasta el momento se desconoce como van las investigaciones sobre ese hecho que puso en vilo a los habitantes de Guayabita.

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Los sujetos dispararon a la sede militar con armamento de alta potencia desde el puente de Guayabita, y los investigadores colectaron al menos 200 casquillos y otras evidencias.

La parroquia Pedro Arévalo Aponte se ha convertido en las últimas semanas en una zona de alta peligrosidad. La gente pide vivir en paz y tranquilidad. Por lo tanto, los vecinos exigieron mayor seguridad y meter en cintura a los cabecillas de bandas.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo