Singapur condenó este sábado el último lanzamiento de prueba de un misil balístico de largo rango por parte de Corea del Norte; que ha «elevado la tensión en la península coreana y viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas».
«Singapur condena la prueba de un misil balístico intercontinental de la República Democrática de Corea del Norte el 24 de marzo»; reza el comunicado publicado hoy por el Ministerio de Asuntos Exteriores, en el que Singapur también acusa al régimen de Kim Jong-un de quebrar la moratoria de 2018 sobre pruebas de misiles intercontinentales.
Singapur también exigió a Corea del Norte que detenga «todas las provocaciones inmediatamente» y que respete «sus obligaciones y compromisos internacionales».
Los medios norcoreanos confirmaron este viernes que el régimen lanzó en la víspera su nuevo misil intercontinental (ICBM) Hwasong-17 y que el proyectil alcanzó cotas de vuelo no logradas con anterioridad por su ejército.
El Hwasong-17, que fue lanzado en un ángulo cercano a los 90 grados para trazar una parábola muy pronunciada; cayó en aguas japonesas a solo 150 kilómetros al oeste de la isla de Hokkaido, lo que lo convierte en el proyectil norcoreano que más cerca ha caído de las costas niponas.
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El misil recorrió una distancia de 1.100 kilómetros y alcanzó una altura máxima superior a los 6.000 kilómetros; según los datos registrados por el Ministerio de Defensa nipón, que muestran una elevación del proyectil mucho mayor que el último lanzamiento de un ICBM realizado por Pionyang en 2017.
Este ensayo supone el fin de la moratoria que se autoimpuso el régimen con respecto a los lanzamientos de ICBM de cara a acercar posturas antes de la primera cumbre que celebraron en 2018 el líder norcoreano; Kim Jong-un, y el entonces presidente estadounidense, Donald Trump.