La sobrina de Le Pen oficializa su apoyo al otro candidato ultraderechista

Marion Maréchal, sobrina de la líder ultraderechista Marine Le Pen, escenificó este domingo su ruptura política con su tía al oficializar su apoyo al otro candidato al Elíseo de la extrema derecha, Eric Zemmour, que ha desatado una lucha sin cuartel por ese espacio ideológico.

Le Pen
FOTO: REFERENCIAL

Ante 8.000 personas que asistían a un mitin en la ciudad de Tolón (sureste) en favor del antiguo periodista, que ha sido durante meses la revelación de esta campaña para las presidenciales del 10 y del 24 de abril, Maréchal dijo que está “totalmente convencida de que Eric Zemmour es el mejor situado en estas elecciones”.

Afirmó que ese análisis lo saca no tanto de las encuestas -que por ahora sitúan, como en los últimos meses, a Zemmour por detrás de Le Pen- sino por la “dinámica política”.

Explicó que el candidato en el que tiene puestas sus esperanzas ha conseguido “en un tiempo récord” construir la “gran unión de la derecha” que atrae a personas de diferentes familias políticas que “pone fin a 40 años de divisiones artificiales” y, sobre todo, “barre el terrorismo intelectual de lo políticamente correcto”.

Para la joven Maréchal, que a sus 32 años vuelve a la actividad política de la que ha estado retirada durante cinco años después de haber sido diputada en el partido de su tía (Agrupación Nacional, RN) de la que se fue distanciando, su apuesta por Zemmour no era evidente, como ella misma reconoció.

La razón es su pasado político y su historia familiar, ya que es la nieta del gran patriarca de la extrema derecha francesa, Jean-Marie Le Pen, fundador hace ya más de medio siglo del Frente Nacional, luego reconvertido por su hija en RN.

Para Maréchal, lo que está en juego en los comicios del mes próximo, en los que el favorito es el actual presidente, Emmanuel Macron, es “la unidad y la continuidad del pueblo francés”.

Criticó a Macron por haberlos puesto en peligro y por haber dividido el país: “Nos ha obligado a elegir entre los policías y los chalecos amarillos (…) entre los vacunados y los no vacunados”.

Tampoco se privó de cargar, como es habitual en la extrema derecha francesa, contra la Unión Europea, que “se ha convertido en un gran cámping para migrantes” y “es una mentira” porque no ha cumplido con las promesas de prosperidad económica.

EFE