Los Nets derriban a los Bucks con el mejor Kyrie Irving

Kyrie Irving firmó este sábado su mejor partido de la temporada para que los Brooklyn Nets derribaran a domicilio a los Milwaukee Bucks (123-126) en un apasionante partido con aroma de playoff.

Irving
FOTO : REFERENCIAL

Al margen de su polémica decisión de no vacunarse contra el coronavirus, Irving demostró que sigue siendo uno de los mejores bases de la liga y se lució ante los actuales campeones de la NBA con 38 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y una fabulosa tranquilidad en los tiros libres (8 de 9) para darle a los Nets la victoria.

Giannis Antetokounmpo (29 puntos, 14 rebotes y 6 asistencias) falló un triple sobre la bocina para forzar la prórroga.

Sin el lesionado Kevin Durant ni un Ben Simmons que aún no ha debutado, los neoyorquinos brillaron en el tercer cuarto (34-43) y se apoyaron en recientes fichajes Andre Drummond (17 puntos con 7 de 9 en tiros, 12 rebotes y 5 asistencias) y Seth Curry (19 puntos).

Antes de visitar Milwaukee, los Nets acumulaban 13 derrotas en sus últimos 15 partidos.

Por su parte, los Bucks se desinflaron en la recta final del duelo, sufrieron en la línea de personal (25 de 38) y perdieron 14 balones (7 de los Nets).

Junto a Antetokounmpo brilló con luz propia Bobby Portis, extraordinario con 8 triples para un total de 30 puntos y 12 rebotes.

El español Serge Ibaka jugó 15 minutos para los Bucks en los que aportó 8 puntos y 4 rebotes.

PORTIS PIDE PASO

Bobby Portis decidió desde el principio que quería ser protagonista.

Con 8 puntos (incluidos dos triples) y un arrollador derroche de entrega, el pívot impulsó a los Bucks y se metió rápidamente a la afición en el bolsillo (16-8 con 7.08 en el reloj).

Kyrie Irving, muy astuto y lleno de recursos en cada ataque, sujetó a unos Nets en los que debutó Goran Dragic.

Pero entre Giannis Antetokounmpo y las apariciones puntuales de actores secundarios como Serge Ibaka (6 puntos saliendo del banquillo), los locales se bastaron para cerrar el primer cuarto por delante (32-25).

Un parcial de 0-8 animó a los Nets (32-33 con 10.15 por jugarse), que encontraron petróleo en la finura de Seth Curry en el perímetro y la potencia de Andre Drummond en el interior.

En cualquier caso, la primera mitad fue un enfrentamiento de Irving frente a Antetokounmpo y Portis.

El base se inventó canastas imposibles y movimientos alucinantes para llegar al descanso con 17 puntos (8 de 13 en triples) mientras que las torres de los Bucks consiguieron 14 puntos cada uno para que los de Milwaukee se fueran al vestuario con ventaja (59-53) frente a unos Nets espantosos desde el triple (3 de 15).

LOS NETS TRIUNFAN EN LA LOCURA

Como si hubieran encontrado una receta mágica en el descanso, los Nets dieron forma a un parcial de 0-12 que cambió radicalmente el signo del encuentro (70-76 con 7.15 por jugarse).

Ahí llegaron los peores minutos de los Bucks, sin brújula en ataque y sin remedio en defensa para unos Nets cada vez más sueltos de la mano de Irving, Curry, Drummond y un Bruce Brown que también ponía su granito de arena.

En ese momento de urgencias regresó Portis con dos triples para que los Bucks despertaran y se recompusieran desde la garra en defensa y la precisión de Khris Middleton (93-96).

Al final, los Nets se llevaron por 34-43 un tercer parcial que fue tan alocado como excitante.

Sin tiempo que perder, dos triples más de Portis permitieron a los Bucks recuperar el control en el último parcial frente a unos Nets que parecían dudar de si de verdad podían tumbar a los Bucks (109-103 a falta de 7.17).

La respuesta la encontraron en Irving.

Con un catálogo sin fin de penetraciones y tiros increíbles, el base se echó el equipo a la espalda y consiguió darle la vuelta al marcador una vez más (112-113 con 3.05 por jugarse).

En esos instantes de nervios y sudores fríos, Brown se marcó un triplazo desde la esquina (116-118 a falta de 1.39) que los Nets apuntalaron posteriormente con dos fantásticos tapones de Drummond y Johnson sobre Antetokounmpo y Portis, respectivamente.

Finalmente, el partido se convirtió en un thriller interminable de tiros libres y ahí a los Bucks se les encogió la mano mientras que Irving sacó pecho para llevarse la victoria a Brooklyn.

EFE