Francia considera que; en el contexto de la transición energética; la Unión Europea debe abordar el problema que plantea para el poder adquisitivo de los ciudadanos; el aumento de costos que implican las tecnologías que harán posibles vehículos que descarbonicen el transporte.
El secretario de Estado francés de Transportes; Jean-Baptiste Djebbari; indicó este lunes que esa cuestión será objeto de discusiones en la reunión ministerial informal de la UE ;que él preside hasta mañana en Le Bourget, al norte de París.
Preguntado al inicio del encuentro sobre si se baraja la posibilidad de acelerar más los plazos que impone la UE ;para la reducción progresiva de las emisiones de los vehículos; el responsable francés consideró que “las cosas ya van muy rápidas” y que en la práctica hay “una fuerte aceleración”.
Bruselas ha fijado un calendario a los fabricantes automovilísticos; por el que la gama de los coches que venden debe generar cada vez menos emisiones de CO2; bajo el riesgo de fuertes penalizaciones económicas en caso de incumplimiento.
A juicio del secretario de Estado francés; la cuestión ahora es establecer las normas adecuadas para su aplicación y ;”los dispositivos de acompañamiento” para que la transición se pueda hacer “en buenas condiciones”.
Sobre todo porque la tecnología del vehículo eléctrico; “es cara para la colectividad y puede costar cara al usuario en un contexto de subida de precios de la energía. De forma que todo eso debe abordarse de la forma más clarividente posible”.
Sus palabras cobran un sentido particular teniendo en cuenta el contexto preelectoral que vive Francia, ya que en ese país van a celebrarse esta primavera primero elecciones presidenciales y luego legislativas.
La cuestión del poder adquisitivo, marcada por el tirón de los precios de la energía desde el pasado año, corre el riesgo de convertirse en un tema central de la campaña.
Crisis durante el mandato del actual presidente de Francia
Baste recordar que la principal crisis durante el mandato del actual presidente de Francia Emmanuel Macron, fue la de los “chalecos amarillos”, un movimiento de protesta que surgió en el otoño de 2018 en respuesta contra la llamada “tasa de carbono”, que significaba un alza de los impuestos sobre el carburante para gravar las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
El primer punto en el orden del día del encuentro de Le Bourget -en el que además de los ministros de la UE también participan los de Noruega, Liechtenstein, Islandia y Suiza- es la descarbonización del transporte, sobre el que hay una serie de textos legislativos en discusión.
Esa descarbonización pasa, entre otras cosas, por sustituir los vehículos actuales con motores de explosión por otros eléctricos o de hidrógeno, que no generan emisiones de CO2 mientras funcionan. Pero más allá de los sobrecostos que suponen por las tecnologías que incorporan, necesitan nuevas infraestructuras de recarga.
