La Inteligencia Artificial se está extendiendo a todos los campos de estudio posibles. Todos los sectores quieren incorporar las bondades de esta tecnología a su día a día y, en este caso, es el turno de la medicina. La Universidad de Leeds ha descubierto que la Inteligencia Artificial implementada en el campo de la óptica permite detectar una enfermedad cardíaca mucho antes de que se produzca. Para ello, el paciente tan solo se tendría que someter a un simple examen ocular.
La industria sanitaria ya ha implementado este avance informático antes, con el fin de descubrir nuevos fármacos. No obstante, el último descubrimiento podría salvar la vida de millones de personas.
Inteligencia Artificial para detectar una enfermedad cardíaca 12 meses antes
De momento, la Inteligencia Artificial que controla los escáneres oculares ha logrado una precisión del 70% en la predicción de un ataque cardíaco en los próximos 12 meses, tal y como la Universidad cuenta en su estudio publicado por Nature Machine Intelligence.
No obstante, la medicina actual se limita a generar una probabilidad de sufrir este tipo de patologías en base a un historial médico, basándose en parámetros como la edad, el sexo, el historial de tabaquismo, el colesterol y la presión arterial, tal y como explican desde Insider, por lo que esta tecnología supone un avance enorme en la precisión con la que se detectan estas enfermedades.
Iniciar un tratamiento antes de sufrir la enfermedad
Según los autores del estudio, la detección temprana de estas patologías cardíacas permitirá abordar un tratamiento eficaz antes de que la enfermedad se produzca, reduciendo el riesgo de muerte drásticamente.
Este avance supone la salvación de millones de vidas, ya que la enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en los EEUU, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidenses.
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«Los escáneres de retina son baratos y se usan de forma rutinaria en las ópticas. Como resultado de la detección automatizada, los pacientes con alto riesgo de enfermarse podrían ser derivados a servicios cardíacos especializados», dijo Alex Frangi, autor principal del estudio.
Este sistema utiliza imágenes de la retina del paciente para estimar el tamaño de una de las cámaras del corazón, el ventrículo izquierdo en concreto, así como la presión arterial en él. Una vez recopilada esta información, combinada con datos demográficos, la inteligencia Artificial puede predecir la probabilidad de un ataque al corazón en los próximos 12 meses.
¿Todo el mundo tendrá acceso a estos exámenes cardíacos?
Aquí aparece el principal problema de esta tecnología. Este sistema se ha probado en condiciones, aunque realistas, de laboratorio, por lo que todavía genera grandes dudas.
¿La Inteligencia Artificial se podrá implementar en una pequeña óptica a pie de calle?, ¿estos negocios podrán permitirse la adquisición de esta tecnología?, ¿los ciudadanos tendrán la capacidad financiera para acceder a ella? Son preguntas que todavía están por resolver.
