El presidente de la Corte Suprema de Brasil, Luiz Fux, pidió este martes a los ciudadanos y políticos del país que el proceso que llevará a las elecciones de octubre próximo sea guiado por la “tolerancia” y la “pluralidad de visiones”.
Fux encabezó una sesión especial por la apertura del año judicial y centró parte de su discurso en los comicios de este año, en los que los brasileños elegirán a un nuevo presidente y gobernadores y renovarán las cámaras legislativas nacionales y regionales.
El magistrado afirmó que Brasil volverá a las urnas “en momentos de profunda fragmentación social e indeseable polarización política y cultural”, en aparente referencia a los dos extremos que hasta ahora dividen a los electores; al menos según las encuestas.
Uno lo encabeza el progresista Luiz Inácio Lula da Silva; quien gobernó entre 2003 y 2010 y es favorito para volver al poder, y el otro el actual presidente, Jair Bolsonaro, líder de una ultraderecha que emergió con fuerza en las elecciones de 2018.
Según Fux, “la política y las elecciones despiertan pasiones” y, “aunque esos sentimientos sean legítimos”; la democracia “no tolera disputas basadas en el ‘nosotros contra ellos'”, una premisa que se ha impuesto en el debate político brasileño en los últimos años.
En ese marco, subrayó que es “imperioso que, entre las luchas y barricadas” intelectuales propias del proceso político; “se viva en un Brasil democrático en el que se puedan expresar las divergencias en forma pacífica”.
También, en aparente alusión a grupos de ultraderecha que apoyan a Bolsonaro; declaró que “no hay ni habrá espacio para la violencia contra las instituciones” e instó a tener presente que “un proceso electoral también recuerda la importancia de defender los valores democráticos”.
El año pasado, esos grupos ultras convocaron manifestaciones, por momentos alentados por Bolsonaro; en las que llegaron a exigir una “disolución” del Parlamento y el Supremo mediante una “intervención militar” que mantuviera al gobernante en el poder.
Desde entonces; Bolsonaro mantiene un duro pulso con el Supremo y la semana pasada llegó a ignorar una orden de un juez que le intimó a declarar ante la Policía en el marco de un proceso en que se le investiga por una campaña de descrédito contra las instituciones.
El presidente había sido invitado por la corte a participar en la sesión de este martes, celebrada en forma virtual; pero se ausentó debido a que viajó a Sao Paulo para recorrer zonas afectadas por unas intensas lluvias que cayeron el pasado fin de semana.
