Crema de remolacha y leche de coco reconfortante y muy sabrosa

La remolacha, con su intenso y precioso color rosado, es una hortaliza perfecta para comer a cucharadas en caliente, y con leche de coco logramos una textura cremosa exquisita apta para veganos o quien no pueda tomar lácteos.

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La receta original que nos ha inspirado combina la remolacha con chirivía, pero a falta de ella en la despensa, hemos añadido puerro y nabo a la cazuela; sospechamos que con nabo también habría quedado deliciosa.

La leche de coco tiene además la ventaja de que suaviza el sabor terroso de la remolacha, que a algunas personas no gusta demasiado, y hace que sea una crema más nutritiva, saciante y completa. Puedes sustituirla por nata líquida de cocina sin problema, aunque quedará menos sustaciosa y con un sabor diferente.

Ingredientes

  • Cebolla morada1
  • Diente de ajo2
  • Puerro1
  • Nabo blanco1
  • Remolacha cocida o asada al natural3
  • Pimentón picante (1/2 cucharadita) opcionalg
  • Pimentón dulce (1 cucharadita)g
  • Caldo de verduras o agua (cantidad aproximada)600 ml
  • Leche de coco (1 lata, no desnatada)400 ml
  • Vinagre de sidra o Jerez20 ml
  • Pimienta negra molida
  • Sal

Aceite de oliva virgen extra

Crema de Remolacha Preparación

Picar finamente la cebolla morada pelada y aparte los ajos y el puerro bien lavado, solo la parte blanca. Lavar, pelar ligeramente y trocear el nabo, y trocear las remolachas por separado. Si son crudas, se pueden cocer primero pelándolas o asar al horno envueltas en papel de aluminio. Si se usan en conserva, que sean al natural.

Calentar un fondo de aceite de oliva en una cazuela y sofreír a fuego medio-bajo la cebolla hasta que se empiece a reblandecer. Añadir los ajos, remover ligeramente y echar el puerro y el nabo. Salpimentar y dejar cocinar unos 8-10 minutos hasta que la verdura empiece a estar tierna. Incorporar la remolacha, los dos pimentones y el vinagre, y cocinar removiendo todo un par de minutos.

Cubrir con la leche de coco y unos 3/4 de la cantidad indicada de agua o caldo (si se usa agua, añadir más sal), remover, llevar a ebullición, tapar y bajar el fuego. Cocer unos 15 minutos; comprobar que la verdura está tierna y triturar con la batidora.

Probar la textura y añadir más caldo o agua si se prefiere más líquida. Corregir el sabor añadiendo más sal, pimienta, pimentón o vinagre, y sevir caliente.

El Siglo