‘start-up’ británica realiza vuelo de prueba de su coche volador

El coche volador de despegue y aterrizaje vertical promete un un perfil compacto y ser respetuoso con el medio ambiente.

FOTO: REFERENCIAL

La ‘start-up’ con sede en Londres Bellwether Industries ha publicado imágenes del primer vuelo no tripulado de un prototipo de su coche volador de tipo eVTOL; es decir un vehículo eléctrico de despegue y aterrizaje vertical, llamado Volar.

“Definimos al Volar como una nueva categoría de transporte, un avión UAM [para el transporte de pasajeros en el espacio de la movilidad aérea urbana] de uso privado“, señala la compañía en su sitio web.

Éste es el primer superdeportivo volador que puede convertirse en realidad, una máquina diseñada para que individuos con mucho dinero vuelen entre ciudades cercanas en lugar de usar un helicóptero, avión privado o un coche.

El coche contará con “sistema de propulsión oculto”

La aeronave contará con un “sistema de propulsión oculto”; un perfil compacto y será respetuosa con el medio ambiente, ofreciendo una forma segura de viajar dentro, asegura Bellwether.

El prototipo de la aeronave futurista, construida a media escala, voló a una altura de 4 metros y a una velocidad de 40 km/h. Bellwether detalló que el modelo final del vehículo será un avión de 4 a 5 asientos, destinado a realizar viajes dentro de la ciudad a una altitud de hasta 915 metros y a velocidades de hasta 220 km/h.

Bellwether afirma que la versión actual tiene dos asientos pero la final tendrá de cuatro a cinco asientos. Está diseñado, dicen, para que ejecutivos de alto poder adquisitivo — el precio de la primera versión, que esperan tener en 2030, será “el equivalente de un jet privado” — sustituyan sus BMW 750 y Porsche Panameras en trayectos de 60 a 90 minutos.

“Queremos crear aviones urbanos privados para que cualquiera pueda volar desde cualquier lugar a cualquier punto en cualquier momento”, explicó la compañía citada por medios locales.

La empresa emergente afirma que, dentro de los próximos diez años, los coches voladores privados llenarán el espacio aéreo de las ciudades.

El Siglo