Rastrean pistas del soldado desaparecido en las trochas

Un soldado profesional colombiano, identificado como Polidoro Calderón Corredor, de 40 años de edad, desapareció hace casi 2 meses en las trochas fronterizas, siendo hasta la fecha incierto su paradero.
La esposa del militar dijo que el 14 de noviembre del año pasado, Calderón Corredor se dirigió a las trochas, por La Parada, para comprar la carne que destinarían a un asado familiar, pero no regresó.


Polidoro Calderón Corredor, desaparecido

Carolina, la esposa, ha recorrido la ruta que él hizo aquel día, cuando se movilizó desde el barrio 20 de Julio, en Villa del Rosario, hasta La Parada, en bicicleta. Nadie lo vio, es la conclusión que ha sacado.

Incluso se acercó hasta el sitio donde compraría la carne, pero allí no estuvo ese 14 de noviembre, de acuerdo con lo que le dijo la persona que le vendería la carne.

“Era un domingo y nosotros íbamos a hacer un asado ese día con algunos amigos, por lo que encargamos cierta cantidad de carne a un señor en la trocha La Platanera. Él se fue a las 8 de la mañana, pero pasaban las horas y no llegaba; cuando dieron las 12 me preocupé, pensé que había sufrido un accidente y salí a buscarlo a la frontera”, dijo la esposa del soldado.

Ahora le atormenta la posibilidad de que haya sido secuestrado.

Al día siguiente se armó de valor y, junto con la hermana de Calderón, fue a La Parada para hablar con varios integrantes del ELN y la guerrilla, mostrando su foto y preguntando si lo habían secuestrado. Ellos dijeron que no, que no habían ‘capturado’ a nadie en ese paso ilegal y que llevaban días sin hacerlo”, manifestó al diario La Opinión.

“Cuando hablé con los integrantes de esos grupos, hasta les ofrecí dinero para que dieran información y lo soltaran, pero siguieron negándomelo. Esta es la fecha y lo único que sé es que supuestamente un grupo de hombres se lo llevó”, agregó.

La dama formuló la denuncia ante el Ejército, la Fiscalía, la Cruz Roja y la Policía, y pese a que la invitan seguido a reuniones para que conozca cómo avanzan las investigaciones, no hay una hipótesis concreta sobre qué pasó.
Carolina, madre de una niña y un niño, de 8 y 10 años, respectivamente, con tristeza afirma que son ellos quienes más han sufrido la ausencia de su padre, porque son demasiado apegados a él.

Algunos de los amigos del soldado, que también prestan servicio en el Ejército, le informaron que van periódicamente a las trochas del corregimiento de Juan Frío para interrogar a los ‘maleteros’ que trabajan por el sector, buscando una pista que ayude a dar con su paradero, pero no han tenido suerte. (MB)

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