Sahraa Karimi, pionera del cine afgano y voz contra los talibanes

La cineasta afgana Sahraa Karimi fue la primera directora de la agencia estatal de cine Afghan Film y también es, hasta la fecha, la única mujer Doctora en cine y dirección de Afganistán. Con la toma de poder de los talibanes, el pasado mes de agosto, fue evacuada; una experiencia que califica de “traumática e inesperada”.

Karimi
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“Todavía estoy curándome, pero sigo trabajando porque es mi forma de luchar contra los talibanes. El mundo no debería callar ante lo que ocurre en Afganistán”, afirmó Karimi en una entrevista con Efe.

Este miércoles participa en Madrid en un acto organizado por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), la Academia de Cine y la plataforma de juristas WomenByWomen para dar visibilidad a la situación de las mujeres afganas.

Karimi volverá a España en unas semanas para presentar, en la gala del 12 de febrero, el Premio Goya a mejor dirección, según cuenta. Un acto que le servirá para hablar de su país, “en especial de la peligrosa situación de las mujeres afganas”, ante el público y las autoridades de España.

Hija de refugiados afganos en Irán, Karimi nació en 1983 en Teherán. Desde muy pequeña se interesó por el arte cinematográfico y, siendo adolescente, estudió esa disciplina en Eslovaquia. Se doctoró en Bratislava y al terminar sus estudios decidió instalarse en Kabul, donde estuvo muy implicada en el cine afgano y su visibilización internacional.

PREGUNTA.- Fue invitada a los premios Goya, el mes que viene. Las autoridades españolas estarán escuchando, ¿Pensó ya qué va a decir?

RESPUESTA.- Sintiéndolo mucho, cuando los talibanes llegaron a Kabul, la comunidad internacional estuvo bastante callada. Así que, me gustaría decirles que ahora no se mantuviesen en silencio, especialmente a España, que puede invitar a personas afganas en peligro a vivir aquí. Además, España llevó a cabo muchos proyectos en Afganistán hasta la llegada de los talibanes.

Creo que es responsabilidad de la comunidad internacional no reconocer el gobierno talibán y respetar y proteger los derechos humanos, en particular los de las mujeres. Espero que mi presencia en los Goya, como cineasta, ayude a tomar las decisiones adecuadas.

P.- La actriz Fereshta Afshar estaba invitada al coloquio de esta tarde, pero no consiguió el visado para salir de Afganistán. ¿Habló con ella? ¿Está bien?

R.- Fereshta es una de mis actrices principales, pero tristemente no pudo salir de Afganistán a tiempo. Sigue allí y se está escondiendo. Mientras, los talibanes han prohibido la participación de mujeres en películas y las están persiguiendo.

Estoy en contacto con ella y he intentado varias fórmulas para sacarla de Afganistán, pero hasta ahora no han sido exitosas. Ella tiene tres hijos, una de ellas es una adolescente de quince años. Y estoy particularmente preocupada por ella, porque ha dejado de ir al colegio y está, por ser hija de quien es y por haberse relacionado conmigo, que soy una figura antitalibán muy visible, en serio peligro.

Espero que consigamos sacarla, porque no quedan muchas de esas actrices, periodistas o juristas en Afganistán. La mayoría ya consiguió salir. Ahora solo necesitamos un poco más de apoyo por parte de los Estados para que estos y estas profesionales, que están en peligro, puedan escapar.

P.- Usted nació en Irán, se mudó a Afganistán al acabar sus estudios. ¿Por qué?

R.- Toda mi vida he sido, de alguna manera, una refugiada. Cuando acabé mis estudios, en 2012, no solo era una cineasta, sino que tenía una formación académica muy potente, y quería utilizar este conocimiento para ayudar a la gente en Afganistán, en particular a los cineastas. Quería contar las historias de mi gente, de mi país; en Europa, todos los países tienen grandes directores contando sus historias, pero Afganistán no tenía a nadie.

La situación allí fue difícil, porque yo no era la típica mujer afgana, pero decidí formar mi hogar y nunca me planteé irme. Sabía que perdería todas las conexiones con la comunidad internacional de cineastas, pero quería visibilizar y dar forma al cine afgano. Ahora, diez años después, he tenido que abandonarlo. Pero es mi hogar y quiero volver, especialmente cuando veo imágenes y vídeos de esas mujeres manifestándose contra los monstruos talibanes. Mi manera de luchar contra ellos es hacer películas y que la gente las vea.

EFE