Pan casero fácil y rápido

Perfecto para estrenarse en el mundo del pan y con total garantía de éxito. Esta receta siempre sale bien y no necesita levado, así que no hay largas esperas en su elaboración. En poco más de una hora esta hogaza de pan casero estará lista para ser devorada.

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Esta receta de pan casero fácil y rápido es una de las más adecuadas para introducirse en el mundo del pan. Su principal característica es que solo requiere de un tiempo inicial de reposo de 30 minutos, lo que acorta significativamente el proceso en comparación con otras recetas de pan. Tampoco requiere de amasados largos y complicados, solo hay que mezclar los ingredientes y asegurar que la masa se ve homogénea antes de bolear y hornear

En su elaboración se utiliza harina de trigo común de todo uso (aunque también se puede usar harina de fuerza) y levadura de panadero, ya sea fresca o seca, y así queda indicado en el listado de ingredientes. La cocción se realiza cubriendo el pan con un recipiente apto para horno, ya sea un bol amplio de pyrex, una cacerola de hierro o una bóveda específica para pan. Esto crea una atmósfera de vapor en su interior que trae como resultado una miga jugosa y una corteza crujiente.

Ingredientes de pan para 10 personas

  • 325 g de agua templada
  • 10 g de azúcar
  • 15 g de levadura fresca o 5 g de levadura seca de panadero
  • 45 g de aceite de oliva virgen extra
  • 530 g de harina de trigo común, de todo uso
  • 10 g de sal

Preparación

Calentamos el agua en el microondas durante 10 segundos a máxima potencia. Cuidando de no pasarse, no queremos agua caliente.

En un recipiente hondo y amplio introducimos el agua, el azúcar y la levadura. Si usamos levadura fresca, la desmenuzamos con los dedos. Si usamos levadura seca, la incorporamos tal cual.

Removemos hasta incorporar todos los ingredientes en una mezcla homogénea.

Añadimos el aceite y la mitad de la harina.

Removemos bien, procurando aplastar los grumos que se formen, aunque no pasa nada si queda alguno porque se hidratarán de igual manera aunque más lentamente.

Cubrimos el recipiente con un paño limpio y seco y dejamos reposar la mezcla 30 minutos en un lugar cálido. Cerca de un radiador o de los fogones de la cocina, por ejemplo.

Transcurrido el tiempo de reposo la masa habrá crecido ligeramente y habrá formado burbujas. Si no fuera el caso, alargamos el tiempo de reposo

Incorporamos el resto de la harina junto con la sal y removemos de nuevo, inicialmente con una cuchara de madera o similar y, después, con las manos. Trabajamos la masa durante un par de minutos dentro del mismo recipiente.

Si en este punto la masa resulta inmanejable por pegajosa, podemos añadir harina y trabajarla antes de incorporar más. Es importante no pasarse para que el pan quede tierno y esponjoso. Tenemos que conseguir una masa elástica, suave y ligeramente pegajosa.

Cubrimos una bandeja de horno con papel vegetal y lo engrasamos con un poco de aceite. Boleamos la masa con las manos engrasadas (para que no se nos pegue) y la colocamos encima.

Greñamos, es decir, hacemos un par de cortes en la superficie con un cuchillo bien afilado. Si queremos dar un aire rústico al pan, lo espolvoreamos con harina.

Tapamos con un recipiente amplio y hondo apto para el horno (puede ser un bol de pyrex, una cacerola de acero o hierro o una bóveda de cerámica especial para pan) y horneamos a 200 ºC (horno precalentado con calor arriba y abajo) durante 45 minutos. Retiramos la tapa los últimos 15 minutos para dorar la superficie.

Dejamos enfriar el pan sobre una rejilla antes de consumir.

El Siglo