La muerte del torero español Jaime Ostos causa conmoción en Colombia

La muerte del torero español Jaime Ostos este sábado a los 90 años en Bogotá, donde estaba de viaje familiar, conmocionó a diestros y compañeros colombianos, que se encuentran en estas fechas inmersos en la taurina Feria de Manizales.

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FOTO: REFERENCIAL

El matador de toros Over Gelain Fresneda, ‘Gitanillo de América’, quien ejercía de anfitrión en la visita turística que el veterano maestro realizaba junto a su mujer, María de los Ángeles Grajal, a Colombia, confirmó a Efe su muerte por una afección cardiaca.

Según Fresneda, el veterano maestro de la tauromaquia, apodado Jaime Corazón de León, fue trasladado de urgencia en la mañana de este sábado a la Clínica El Country de Bogotá, donde falleció.

Ostos tenía un estado salud delicado desde hace varios años y había sufrido una infección de coronavirus en 2020. Tuvo un edema pulmonar en 2019 y fue ingresado en un hospital madrileño por una grave lesión de espalda en 2020.

LAMENTOS EN COLOMBIA

En América, y particularmente en Colombia, Ostos fue gran protagonista de los ciclos taurinos de fin de año en Cali, Manizales, Bogotá y Medellín.

“Tuvo muchos seguidores por su valor y calidad, aparte de no fallar casi nunca con la espada. Y un detalle inolvidable de su calidad humana fue el de sacar a hombros en La Macarena de Medellín, vestido de torero, a su alternante Gilberto Charry (quien falleció el año pasado), en gesto inusual”, dijo a Efe el crítico taurino Alberto Lopera.

“Ostos debutó en La Santamaría de Bogotá en la temporada de comienzos de 1957, alternando con Pepe Cáceres y Antonio Ordoñez”, recordó el aficionado Diego Caballero.

La noticia del deceso de Ostos causó hondo pesar en Manizales, donde también obtuvo triunfos y en donde se adelanta actualmente la Feria taurina número 67 de esa ciudad del denominado Eje Cafetero de Colombia.

Ostos nació en Écija, Sevilla (sur de España), el 8 de abril de 1931 y tomó la alternativa el 13 de octubre de 1956 en Zaragoza de manos de Miguel Báez ‘Litri’, con Antonio Ordóñez como testigo. Y la confirmó el 17 de mayo de 1958, con Antonio Bienvenida como padrino y Gregorio Sánchez en calidad de testigo.

Torero de una época considerada de oro, la de los años cincuenta y sesenta, Ostos se hizo célebre por ser un consumado estoqueador, aparte de otras facultades que lo hicieron imprescindible en los carteles de entonces.

En esos años se mantuvo en los puestos de vanguardia llegando a liderar el escalafón de los matadores en 1962 junto a una de las figuras del momento, el sevillano Diego Puerta.

El 17 de julio de 1963 recibió una grave cornada en Tarazona de Aragón que lo tuvo varios días entre la vida y la muerte, pero que no le impidió seguir en la primera línea del toreo entre 1964 y 1966, aunque acabaría adscrito a ese grupo de matadores asiduos de las llamadas corridas duras.

Ostos fue un torero castigadísimo por los toros; el rosario interminable de heridas iría minando progresivamente la contundencia estoqueadora de sus mejores años, así como ese justo sitio de valiente que se había ganado.

Su última actuación de luces fue el 1 de noviembre de 1986 en Arcos de la Frontera (Cádiz) sin la menor repercusión taurina, aunque esa decadencia profesional coincidió con su presencia multiplicada en las revistas y los programas del corazón después de su segundo matrimonio con la doctora María de los Ángeles Grajal y tras las denuncias de maltrato de su primera mujer, Consuelo Alcalá.

EFE