El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este miércoles cambios en las directrices para hacerse pruebas de covid tanto dentro del Reino Unido como para las llegadas internacionales, a fin de optimizar recursos e impulsar la economía.
Johnson informó en la Cámara de los Comunes de que, a partir del viernes a las 4.00 GMT, los vacunados y menores de 18 años acompañados que viajen del extranjero a Inglaterra -Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen sus propias competencias- no tendrán que hacerse un test de antígenos antes de embarcar ni aislarse a su llegada hasta obtener un resultado negativo en una PCR.
Las nuevas medidas, que habían pedido las empresas de turismo y aerolíneas, significan además que los viajeros no deberán hacerse una PCR antes del segundo día de estancia en el país, sino que será suficiente un test de antígenos, y no habrán de confinarse a no ser que den positivo, en cuyo caso sí lo corroborarán con una PCR a fin de poder detectar nuevas variantes.
Paralelamente, el primer ministro indicó que, a partir del 11 de enero, los ciudadanos sin síntomas que den positivo de covid con un test de antígenos no tendrán que confirmar el resultado con una PCR, aunque sí deberán informar a las autoridades e igualmente guardar cuarentena. Quienes tengan síntomas sí tendrán que obtener la confirmación y también confinarse.
AGILIZAR LOS CONFINAMIENTOS
La intención del Gobierno, apuntó Johnson, es «agilizar» el periodo de aislamiento para los asintomáticos, que antes empezaba cuando se confirmaba el resultado por PCR y ahora se iniciará con el primer positivo, lo que permitirá que la gente se reincorpore antes al trabajo o a la escuela.
Al mismo tiempo, se reservan los tests, de los que ha habido escasez en los últimos días, para las personas que más los necesitan y los trabajadores de sectores esenciales, como la educación o sanitarios.
La simplificación de los requisitos para los viajes ha sido muy bien recibida por el sector de las aerolíneas, si bien el consejero delegado de easyJet, Johan Lundgren, pidió que se eliminen todos los tests «innecesarios» que aún quedan para las personas vacunadas.
PRESIÓN SOBRE LOS HOSPITALES
Johnson confirmó ante el Parlamento que su gobierno no planea introducir más restricciones para contener la pandemia, pues, vista «la buena marcha de la vacunación de refuerzo» junto con que «la ómicron es más leve», es preferible «mantener abierta la sociedad y la economía».
Permanecerán en Inglaterra hasta el 26 de enero, con una revisión días antes, las actuales exigencias sanitarias: llevar mascarilla en algunos espacios cerrados como supermercados -no en la hostelería- y en los colegios de secundaria; presentar un test negativo o un certificado de vacunación en grandes eventos y la recomendación de trabajar desde casa.
La número dos del opositor Partido Laborista, Angela Rayner, exigió al jefe del Gobierno que ofrezca «más ayuda» a los hospitales, una veintena de los cuales se ha declarado en situación de emergencia por bajas de personal.
Rayner sustituyó en la sesión semanal de control parlamentario al dirigente laborista, Keir Starmer, que ha tenido que confinarse por sexta vez por covid. Aunque en esta ocasión, como en octubre, él mismo es positivo, en otras tuvo que aislarse solo por precaución.
Una presión considerable
En parte para complacer a su partido, Johnson ha apostado por tratar de «vadear» sin apenas restricciones la ola de contagios impulsada por la variante ómicron, pese a reconocer que los hospitales afrontarán «una presión considerable».
Todos los ojos están puestos ahora en la evolución de los datos sanitarios en los próximos días, con indicios de que los positivos podrían alcanzar pronto su pico.
De acuerdo con las cifras difundidas hoy -que aún reflejan una acumulación de los días festivos-, en las últimas 24 horas se han computado 194.747 nuevas infecciones, lo que conlleva un aumento del 40,1 % en los últimos siete días respecto a los siete anteriores.
Entre el martes y hoy, se han registrado 334 muertes y 2.258 hospitalizaciones, un 58,8 % más, con 911 personas en cuidados intensivos.