El turismo sexual está acabando con la reserva natural de dunas de Maspalomas, España

Las dunas de Maspalomas son una reserva única en el mundo; sin embargo, la actividad sexual en el área natural protegida pone en riesgo su futuro.

Maspalomas / Gran Canaria / Canary Islands / Spain

En el extremo sur de Gran Canaria, los grandes resorts y la vida nocturna de las avenidas se detienen de lleno ante las dunas de Maspalomas, un enclave natural de 6 kilómetros de longitud donde las caprichosas formaciones de arena dan paso a la playa y sirven de hogar para plantas, insectos, reptiles y aves endémicas.

Reconocidas como Reserva Natural Especial desde 1994, las dunas de Maspalomas forman un área natural única que se ha mantenido en buen estado de conservación a pesar del crecimiento turístico de la localidad, hoy conocida como una de las capitales mundiales del turismo sexual.

Sin embargo, un nuevo estudio liderado por la Universidad de las Palmas de Gran Canaria analiza por primera vez el impacto ambiental que provoca el ‘cruising’ (una práctica popular que consiste en tener encuentros sexuales esporádicos y anónimos en sitios públicos o semipúblicos) sobre el sistema de dunas costero y las especies que en él habitan.

El estudio descubrió que las actividades sexuales en las dunas impactan directamente a ocho especies de plantas nativas, de las cuales tres son endémicas. Además, en los puntos más frecuentados se encontraron restos de preservativos, juguetes sexuales y colillas de cigarro.

El equipo hace énfasis en que no se trata de un ataque a ninguna comodidad, sino de un análisis a detalle del impacto ecológico que tiene practicar cruising en la Reserva. “Sin importar que clase de actividad humana sea, los sitios turísticos costeros necesitan monitorear de cerca la ecología y las tendencias de erosión», explica el estudio, pionero en medir el impacto de la actividad humana en la zona.

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