El presidente de Turquía, el islamista conservador Recep Tayyip Erdogan, pidió este viernes a sus ciudadanos confiar en la lira, la moneda nacional, y redoblar los esfuerzos de trabajo, inversión y exportación para hacer frente a supuestos poderes extranjeros que intentan hundir el país.
“Apoye nuestra propia moneda. Apóyela no prestando atención a noticias falsas difundidas con intenciones malévolas. Apóyela con su fuerza de trabajo. Si usted es inversor, apóyela haciendo inversiones. Si está en condiciones de trabajar, apúntese al empleo más cercano”, sugirió Erdogan en un discurso en Estambul.
Reiteró su teoría, contraria al consenso de los economistas, de que los altos tipos de interés hacen aumentar la inflación y culpó del descalabro de la lira durante 2021 a poderes foráneos que no especificó.
“Quienes no han dudado en utilizar sabotajes políticos, con organizaciones terroristas, con intentos de caos social, con embargos abiertos y secretos, con codazos diplomáticos, para atacar nuestro país han intentado enseñarnos las armas mediante el cambio de la moneda, pero no lo han conseguido”, aseguró Erdogan.
Erdogan y Turquía
“Porque nuestras armas son más fuertes que las suyas. Nuestras armas son las Escrituras. Y nosotros actuamos acorde a las Escrituras”, agregó el presidente, en alusión a versos del Corán que prohíben cobrar intereses por un préstamo.
Actualmente, los tipos de interés del Banco Central turco están en el 14 %, por debajo de la inflación interanual del 21,3 %.
Erdogan recordó que el gobierno había tomado medidas para controlar las “recientes fluctuaciones no razonables” de la lira, en referencia a la caída de la moneda hasta un valor de 20 unidades por euro hace diez días.
Vaticinó que en el nuevo año la lira se estabilizará en valores cercanos a los de inicios de la semana, cuando se cambiaba a unas 13 unidades por euro.
Mientras hablaba, la moneda, que hoy había oscilado sobre los 15 liras por euro, inició una nueva caída de un 2 % en solo dos horas, pero poco después recuperó lo perdido.
Así, la lira cierra el año con una pérdida del 40 % frente a euro y frente al dólar.
