Cuatro hombres detenidos por las autoridades en una provincia del sur de China, acusados de ayudar a ingresar al país a otras personas de forma ilegal a través de la frontera, fueron exhibidos en las calles, una medida que provocó controversia por la humillación pública a los involucrados.
Los presuntos delincuentes fueron llevados este martes por las calles de la pequeña ciudad de Jingxi (provincia de Guangxi), próxima a la frontera con Vietnam, vistiendo trajes de protección contra amenazas de alto riesgo que simbolizaban el peligro de la covid-19.
Lucían, además, carteles con su foto y nombre tanto delante como en sus espaldas, y sus brazos eran tomados por detrás por dos policías cada uno.