“Cashcais”: la moneda digital lusa

La ciudad portuguesa de Cascais está trabajando en la creación de una moneda local digital, “Cashcais”; con la que persigue poner en marcha una economía circular que recompense las buenas prácticas que mejoren la calidad de vida o reduzcan la huella ecológica.

Cashcais
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“Es un paso gigantesco al frente (…) que permite incrementar la economía local del mismo modo que salvaguarda la cohesión social y la preservación de los recursos naturales. Una muestra clara de sostenibilidad”; explica el alcalde, Carlos Carreiras, en un vídeo publicado por el Ayuntamiento.

Cashcais, nombre acuñado a la moneda que aún no tiene fecha de lanzamiento; ofrecerá un reembolso por las compras locales realizadas y recompensará las buenas prácticas que mejoren la calidad de vida de los propios habitantes o reduzcan la huella ecológica.

“Al realizar compras y acciones en la red de socios disponibles en la aplicación, acumulas Cashcais que luego podrás gastar en el municipio en los socios participantes”; explica el Ayuntamiento en una nota.

Cashcais digitalización del mañana

Para materializar el proyecto, que nace fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento y la Escuela de Negocios y Economía Nova SBE; se ha elaborado un cuestionario para evaluar el interés general que supone la implementación de una moneda local digital en el municipio.

Las respuestas; recoge el consistorio, ayudarán a diseñar y comunicar la moneda local cuando se implemente.

Entre las cuestiones se pregunta por los aspectos que se consideran importantes a la hora de hacer una compra, la frecuencia con la que se realizan donaciones o voluntariado; si preferiría una tarjeta física en lugar de la aplicación o ambas y la relevancia de la moneda en distintos parámetros.

Cashcais llegará después de que en 2018 el consistorio obtuviera el premio mundial de Naciones Unidas a la innovación digital con impacto en la sociedad con la aplicación City Points.

Esta plataforma recompensa a los ciudadanos responsables que; por ejemplo, donan sangre, reciclan o se ofrecen voluntarios, con entradas a espectáculos o productos biológicos.

EFE