“El agua llega de color turbia, hedionda o amarilla”, es lo que más resaltan los vecinos del barrio La Coromoto del municipio Girardot, teniendo que ir hacia otros sectores para conseguir agua de mejor calidad, ya que aseguran que la que les llega no es apta para el consumo humano.
Así lo confirmó William Ramírez, quien aseguró que las personas llegan desde las 4:00 a.m. para hacer cola, con el fin de recargar botellones y envases plásticos para llevarlas a sus hogares, para así preparar los alimentos o para el consumo diario que necesitan. “Uno tiene que madrugar diariamente para buscar el agua, son carretillas que llegan, a las 5:00 de la mañana está zona está full”, recalcó Ramírez.
Acotó que regularmente hace varios viajes en el transcurso del día desde la calle México hasta la urbanización Arsenal, ubicado en el municipio Mario Briceño Iragorry, siendo este el punto más cercano para los habitantes de esta barriada para recargar.
Ramírez explicó que el vital líquido llega aproximadamente cada 8 días, pero lo que le falta es que llegue cristalina, algo que regularmente no sucede. “Naturalmente esa agua de tubería viene podrida, y a veces uno viene en las noches para recoger. No sirve ni siquiera para uno bañarse”, dijo.
Del mismo modo comentó Carlos Koper, quien aseguró que a veces no dura 8 días la ausencia de este servicio, sino hasta casi dos semanas. “Viene mala, no es 100% pura el agua, y sólo viene cada 12 días para completar”.
También lo reafirma la señora María Guerrero, quien especificó que diariamente va hacia el urbanismo que está entre los linderos del municipio Girardot y Mario Briceño Iragorry. “Es muy cierto, el agua escasea mucho en la zona de La Coromoto, y todos los días venimos a llenar los botellones porque la usamos para cocinar y para beber”, explicó.
Asimismo agregó que ya se han presentado casos de personas que se han enfermado por el consumo de la misma, ya que llega “turbia o con arenilla”, y no es apta para beber. “Uno llena los tanques azules y abajo se forma como una nata horrible, como un barro y eso no se puede tomar”, resaltó Guerrero.
La ciudadana dijo que de esta situación ya está en conocimiento de las autoridades municipales, ya que este no es un problema reciente. “Este problema viene desde hace muchos años, y nada que lo resuelven, promesas van y promesas vienen”, manifestó Guerrero.
Por otra parte, Jesús Álvarez, quien hace varios viajes en el día, donde trasladó hasta 4 botellones hasta su casa, explicó que no está en condiciones para lavar ropa. “Viene hedionda, sólo sirve para bajar el baño, ya que para lavar no sirve, porque te mancha la ropa”, aclaró.
Los vecinos del barrio La Coromoto esperan que los entes competentes le den respuesta a esta situación lo más pronto posible, ya que estos recorridos que hacen ya los tiene cansados.
LINO HIDALGO | elsiglo
