Hoy se cumplen 41 años del asesinato a John Lennon

Este 8 de diciembre se cumplen 41 años del asesinato del mítico músico y ex Beatle John Lennon, vuelve a asomar la convulsionada historia de Mark David Chapman, quien a sus 66 años cumple la prisión perpetua el Wende Correctional Facility en Alden (estado de Nueva York).

John Lennon
FOTO: REFERENCIAL

Pese a ser fanático de la banda de rock integrada por John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison, Chapman nunca deseó pasar a la historia por sus pilas de vinilos y afiches referidos a los Fab Four. Quería ser ese rostro que la humanidad nunca olvidara, cueste lo que cueste.

Aquel 8 de diciembre de 1980, el autor de “Help!” estaba en EE.UU. con su recién lanzado disco “Double Fantasy”, donde participaba su esposa Yoko Ono. Con esa excusa se acercó el fanático Chapman a Nueva York, más precisamente a la puerta del edificio Dakota, donde estaba alojado Lennon. Hizo vigilia durante horas.

El lanzamiento del disco obligaba a John Lennon a disponer de una agenda cargadísima en cuanto a la atención a los medios.

John Lennon y su última noche

Fue a las 22.50 cuando Lennon se había bajado de su limusina frente al edificio Dakota, donde vivía junto a Yoko Ono y su pequeño hijo Sean, y fue interceptado por ese seguidor al que había visto pocas horas antes ese día y al que le había firmado la copia de “Double Fantasy”.

“¡Mister Lennon!”, le gritó Chapman, y una vez capturada la atención, apuntó su pistola calibre 38 y le asestó cuatro balazos, que impactaron en el hombro, tórax, pulmón y arteria subclavia izquierda del guitarrista.

El asesino sólo le erró un tiro. Una era de la música había acabado, mientras un admirador se convertía en una figura afamada por su enfermiza obsesión.

Chapman nunca intentó huir: disfrutaba cada segundo de su ídolo arrastrándose hasta morir, mientras la viuda lloraba y los fotógrafos se acercaban al Dakota. Mientras, el hombre leía un pasaje de su libro preferido, con el que canalizó su ansia asesina.

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