Daniel Brühl se ríe de sí mismo en su opera prima, “Next Door”

Se dio a conocer con “Good Bye Lenin!” (2003) y entre sus hitos como actor figuran “Inglourious Basterds” (2009), “Rush” (2013) o “Captain America: Civil War” (2016), pero hace tiempo que Daniel Brühl quería contar su propia historia y a su manera, y lo ha hecho en “Next Door”.

Daniel Brühl se ríe de sí mismo en su opera prima, "Next Door"
Foto: Referencial

Su debut en la dirección, que llega el próximo viernes a los cines, es una comedia negra que también protagoniza, basada en sus vivencias como actor y que se desarrolla en tiempo real y prácticamente en un solo espacio, un bar de Berlín, la ciudad en la que vive.

“Quería desnudar la supuesta vida perfecta de los actores, hoy en día con las redes sociales muchos se exponen demasiado, cultivando esa imagen de vida perfecta que en algunos casos suele ser vacía y si rascas un poco, muchas veces hay soledad, tristeza y frustración”, dice en una entrevista con Efe el actor hispanoalemán.

Aunque la historia es ficticia, está llena de detalles y paralelismos evidentes con respecto a la carrera y la vida de Brühl. Daniel, el personaje, es un conocido actor que se levanta una mañana para coger un vuelo a Londres donde le espera un castin para una gran película de superhéroes.

De camino al aeropuerto entra en ese bar donde se encuentra a Bruno, un vecino en el que nunca había reparado y comienza una conversación menos casual e inocente de lo que parece y que acabará por acorralar a Daniel.

PREGUNTA.- Los actores de éxito se mueven en la paradoja de necesitar el contacto con la realidad para hacer su trabajo y a la vez aislarse en su burbuja debido a la fama. ¿Cómo lidia usted con eso?

RESPUESTA.- He visto a actores que han caído en eso y yo mismo he visto el peligro pero por suerte he tenido una educación, mi padre era director y me marcó mucho, él veía esos peligros y siempre lo tengo en mente y por otro lado el entorno social y, bueno, mi mujer es psicóloga, que también ayuda.

P.- ¿La vocación de director le viene por su padre?

R.- Lo que nos motiva a los actores es contar historias y tarde o temprano te apetece poder contar tu propia historia, hacerlo a tu manera y como actor no sentirte excluido de ningún proceso.

P.- ¿Por qué eligió esta historia tan personal?

R.- Tienes que conocer bien lo que estás contando, el mundo y los personajes y buscando una idea reapareció esta que tuve años atrás en Barcelona (noreste de España), pero en aquel momento no pudo ser porque no tenía productora, ni estructura, ni guion.

P.- El guionista es Daniel Kehlman, ¿cómo trabajó con él?

R.- Quería a alguien que entendiera el sentido del humor que yo buscaba; era importante que esta película no se viera como algo totalmente autobiográfico sobre mis traumas como actor y Daniel Kehlman; para mi el mejor escritor que tenemos en Alemania, tiene ese sentido del humor.

P.- ¿Usted le contaba cosas de su vida y él las aprovechaba?

R.- Me invitó a escribir con él, yo le daba ideas, anécdotas, experiencias, humillaciones… Nos divertimos mucho con ese juego entre la ficción y lo real.

P.- En la película su personaje se refiere al papel de superhéroe; como algo alimenticio de lo que no se siente muy orgulloso y sufre porque no hay manera de que le envíen el guion completo. ¿Cómo se siente usted respecto a su trabajo en Marvel como el villano Zemo?

R.- Yo estoy contentísimo, disfruto mucho; entiendo que haya gente a la que no le guste este tipo de cine pero a mi siempre me ha gustado y además trabajan a un nivel muy profesional; te tratan muy bien.

En la película no me refiero exactamente a Marvel; pero si me han llegado otras propuestas de gente que me pide que me grabe a mi mismo sin decirme contexto ni nada, en plan tres frases; me sentí tan humillado… pero en Marvel, el jefe, Kevin Feige, siempre me contó de qué iba la cosa, el personaje, el argumento.

P.- ¿Cómo lleva las críticas?

R.- En este caso con mucho miedo y nervios porque no puedes echar la culpa a nadie; es tu película, pero cada vez más intento relajarme y no darle demasiada importancia porque suele ser estresante sentirse juzgado permanentemente. Por otro lado soy muy autocrítico, nunca estoy contento con mi trabajo al cien por cien. Con mis voces y demonios interiores tengo suficiente, no necesito más.

P.- ¿Por qué ha optado por esa puesta en escena casi teatral?

R.- Me gustan muchas películas así, el reto de mantener el interés y el ritmo; tenía películas de Hitchcock, Lumet o Polanski como punto de referencia. También para poder concentrarme en el trabajo con actores y los personajes que es lo que mejor conozco.

Pero ahora que empieza a gustarme la cosa, si me permiten hacer otra película me gustaría salir del bar; y rodar con varios actores, figurantes, probar algo nuevo. Estoy trabajando con el mismo guionista y a los dos nos interesa ir más hacia el thriller o el horror, al lado oscuro.

EFE