Considerada por muchos cómo el segundo himno nacional, Manuel Aguilar, cantante, compositor y un apasionado por el género de la música tradicional venezolana, continúa sumando logros en su carrera musical, sin importar las adversidades que se presenten en el camino.
“La música llanera representa para mí, Venezuela, es el himno nacional es lo que identifica a los venezolanos, todavía no he alcanzado mi sueño, y aún falta por recorrer para que se escuche nuestra música llanera en muchas más fronteras”. Expresó Manuel A.
Un joven que nació en la población de Achaguas en el estado Apure, hijo de Doña Sol María Arrieta y Manuel Aguilar Rodríguez, es el fruto de dos familias en donde la música criolla no sólo es un género más, sino que representa un estilo de vida. Manuel Aguilar vivió una infancia donde el arpa, el cuatro y la tonada simbolizaron sus pasatiempos favoritos.
Un hobbie que con el tiempo se convirtió en pasión, llevándolo a participar en diversos eventos musicales, cómo “La Panea de Oro”, “El Florentino de Oro”, y en la actualidad ha podido compartir tarima con grandes exponentes de la música llanera, entre ellos, Vitico Castillo, Teo Galíndez, Domingo García, Alberto Castillo, y muchos más.
Actualmente cuenta con un trabajo discográfico compuesto por seis temas, dos de ellos considerados como sus temas promocionales, “Guariqueña de mi Vida” y “Perdóname Corazón”, temas que nacieron de las experiencias de su vida.
“La inspiración, una musa de las experiencias”
Sus canciones son el resultado de cada una de las vivencias que ha podido experimentar y evidenciar, tanto es así, que siendo testigo de la revelación de una infidelidad pública, le tocó el turno de demostrar sus habilidades como compositor para lograr rescatar una relación.
“Uno de mis temas nace, (Perdóname Corazón), cuando me encontraba en Villa de Cura, un compañero de trabajo estaba cumpliendo años, ese día se presentó un accidente entre San Juan de los Morros y Villa de Cura, él dejó su teléfono justo al lado de la torta, y fue a atender el accidente.
Sonó el teléfono y la esposa tomó el celular de él, y mientras lo revisaba, se enteró que éste le estaba siendo infiel”. “Eso fue horrible, bueno ese día mi amigo conversó conmigo para que le escribiera un tema para dedicárselo a su esposa, y así fue le escribí la canción, comencé desde las 7:00 pm y ya a la 1:00 am tenía el tema”.
“A las 7:00 am le canté a su esposa, a ella le gusto y se reconciliaron. Y la persona que le estaba escribiendo a mi amigo, era nada más y nada menos que la prima de la esposa”. Expresó Aguilar.
EL ARPA, LA TONADA Y LA FANB
Además de brindar alegrías con su música, también recae sobre sus hombros la responsabilidad de vestir el uniforme verde, ese que es símbolo de respeto y honor. Estudiante de la promoción C/1(GN) Juan “Nolberto Herrera N74” de la Escuela De Guardias Nacionales Ramo Verde los Teques y con 23 años de servicio en la FANB, hoy en día como miembro de la GNB, el S/M Manuel Aguilar, viste orgullosamente el legado que su padre le encomendó desde hace mucho tiempo.
Una profesión y una pasión, dos facetas de su vida en donde la disciplina y el amor por el arte, le han permitido formarse como un artista integral y abierto a nuevas propuestas, incluso estaría dispuesto a fusionar la música criolla con el género urbano si es posible.
Manuel Aguilar, es un ejemplo de que los sueños se pueden alcanzar si nos mantenemos enfocados en lo que deseamos, con perseverancia y mucha fe, las metas son posibles hacer realidad.
“La fe mueve montañas, y si podemos realizar los sueños, este es el mensaje para todos los jóvenes venezolanos”. Finalizó Manuel Aguilar.
