Personal de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) entregaron hoy ayuda humanitaria a parte de las aproximadamente 2.000 personas varadas en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, dijo hoy el jefe de ACNUR, Filippo Grandi.
«Ahora la prioridad es evitar que se pierdan vidas y trasladar a la gente a lugares más seguros en Bielorrusia», dijo en Twitter el alto comisionado para los refugiados, quien dirige una delegación de su agencia que visita la zona.
Esta primera operación humanitaria de ayuda para los migrantes y refugiados (en su mayoría provenientes de Irak y Siria,) que han llegado a puertas de la Unión Europea, en la frontera de Polonia; se ha realizado en colaboración con la Cruz Roja bielorrusa.
Grandi agradeció el acceso que han dado las autoridades a esa asistencia; y ofreció la colaboración de su organismo para encontrar soluciones a esta situación crítica.
Los refugiados se encuentran ahora en tierra de nadie de la zona fronteriza; ya que Polonia aprobó medidas que permiten la expulsión por la fuerza de los inmigrantes irregulares; mientras que Minsk derogó un acuerdo de readmisión con la Unión Europea.
Desde la pasada primavera se han multiplicado los intentos de entrada ilegal en Letonia, Lituania y Polonia; desde Bielorrusia y la UE considera que es el resultado de un plan del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko; para desestabilizar a Europa.