El Parlamento israelí, Knéset, aprobó hoy el presupuesto anual, el primero que sale adelante en tres años de bloqueo político, lo que asegura la estabilidad del Gobierno de coalición y evita unas nuevas elecciones.
Los diputados tenían hasta el 14 de noviembre para sacar adelante las cuentas del Estado que de no haberse aprobado hubieran llevado a la disolución automática de la Cámara y a los quintos comicios en tres años.
El primer ministro israelí, Naftali Benet, describió el momento como el más importante desde el establecimiento en junio del Ejecutivo de coalición -formado por partidos de derecha, centro, izquierda y árabe- que desbancó a Benajamín Netanyahu, en el poder desde hace más de una década.
La imposibilidad de pactar el presupuesto hace un año hizo caer al último gobierno de Netanyahu, y forzó la convocatoria electoral del pasado mes de marzo, tras las que este, aún siendo el candidato más votado, no fue capaz de formar gobierno.
El Parlamento debe todavía votar el presupuesto para 2022, para lo que tiene un plazo hasta fin de año, aunque previsiblemente lo aprobará este viernes ya que continúa el debate en la Cámara.
El presupuesto de 2021 salió adelante por la mínima de una mayoría de 61 diputados frente a 59; y fue interpretado como la primera prueba de fuego superada por el nuevo Ejeuctivo.
Netanyahu desde la oposición criticó la aprobación y aseguró que el paquete de gasto que; “incluirá impuestos contra las capas más débiles de la sociedad y contra la comunidad ortodoxa”.
“Finalmente, el Estado de Israel se está convirtiendo en un país normal con un presupuesto”; celebró por su parte el ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, en alusión a la última aprobación de unas cuentas que fue en marzo de 2018.
El ministro de Exteriores, Yair Lapid, anticipó el éxito antes de la votación; que se produjo a primera hora de la mañana: “A partir de esta noche; el país ya no está en suspenso, está de vuelta en el lugar correcto; donde funciona para los ciudadanos y no al revés”.
La continuidad del Ejecutivo apaga por el momento los rumores de crisis de la coalición; por recientes divergencias de los miembros que han mostrado sus diferencias ante las distintas decisiones políticas; como los asentamientos en territorio ocupado, pero que aseguran estar superando con consensos.
El Gobierno israelí incluye un acuerdo de rotación para que Lapid ocupe la jefatura a partir de 2023.
