¿Es seguro el metaverso? 5 riesgos asociados a esta tecnología

El metaverso ha sido descrito como la evolución de internet. O más bien como un internet dentro del propio internet. Se trata de un espacio virtual que se entrelaza con la realidad física y que incluso son capaces de fundirse para que puedas “vivir tu vida” desde una computadora. 

Si bien se trata de una iniciativa que todavía está en desarrollo, con Facebook –o Meta– a la vanguardia, lo más probable es que su base se sustente en la tecnología asociada a la realidad virtual, cuyos efectos ya han sido estudiados. Un informe advierte que presenta dos grandes desafíos: para la salud física y mental de las personas y para la protección de datos y la seguridad informática.

Debido a que se trata de tecnologías relativamente nuevas, no existen estudios a largo plazo sobre las implicancias físicas y mentales de esta tecnología. Sin embargo, existen numerosos estudios que describen la cybersickness, los mareos y malestares provocados por el prologando uso de pantallas o artículos de realidad virtual.

  • Daños físicos: las personas que utilizan tecnologías inmersivas –como las gafas de realidad virtual– pueden desorientarse en el entorno del mundo real y provocarse lesiones. Incluso, podrían acostumbrarse a realizar acciones que no tienen consecuencias en el metaverso, como saltar desde un segundo piso o caminar hacia el tráfico, con lo que podrían volverse insensibles a los riesgos del mundo real.
  • Salud mental: debido a que se trata de tecnologías nuevas, no hay estudios a largo plazo sobre sus impactos físicos y mentales. Aunque los efectos secundarios varían entre personas, los juegos inmersivos pueden provocar depresión, aislamiento, comportamiento solitario e incluso suicidio y violencia.
  • Consentimiento digital: no existen leyes ni jurisdicción legal en el metaverso, ya que tampoco existen límites físicos ni fronteras. Por lo mismo, no hay una responsabilidad sobre las acciones, aunque hay camino avanzado en cuanto a la regulación de las redes sociales.

Debido a su naturaleza digital, las acciones en un escenario como un metaverso se traducen en datos personales, biométricos, financieros e incluso emocionales, por lo que también surgen preocupaciones sobre su seguridad, confidencialidad y propiedad intelectual.

EFE