Sin redes sociales se vivía mejor: lo que dice una encuesta

Desde que irrumpieron con la fuerza de mil mares a principios de la pasada década, las redes sociales se han convertido en un elemento indispensable de la vida diaria. 

redes sociales
FOTO: REFERENCIAL

Han condicionado las relaciones interpersonales, han cambiado patrones de consumo y han revolucionado la esfera pública, influyendo decisivamente en la política.

Todo ello para bien o para mal, en función de a quién preguntamos. Y si preguntamos a los estadounidenses, para mal, detalla un artículo de Andrés Mohorte publicado en Magnet.

Lo ilustra un sondeo de 1.600 personas elaborado por SocialSphere. La idea era testar las actitudes del estadounidense medio hacia las redes sociales, el tiempo que pasaba en ellas o sus impresiones sobre el impacto que han tenido en nuestra vida personal y colectiva.

A tenor de las conclusiones, parece evidente que hemos llegado a la nostalgia de un tiempo sin redes sociales. 64% de los encuestados considera que la vida «era mejor» antes de que irrumpieran en nuestro día a día.

¿Por qué juzgamos tan negativamente su impacto? En parte porque nos consideramos enganchados. 42% de los jóvenes (generación Z) no podría dejar de utilizar las redes «ni aunque quisiera», un porcentaje muy superior al del resto de cohortes (28%).

Es significativo que la GenZ también eche de menos (53%) un tiempo en el que no existían ni Instagram ni Facebook, dado que a duras penas lo experimentaron. En la nostalgia hay mucho de pasado idealizado pero también de experiencia vivida.

El sondeo refuerza otros estudios que apuntan en la misma dirección: nos sentimos atados a las redes sociales. En enero, YouGov publicaba otra encuesta en la que 44% de los británicos declaraban sentirse ansiosos cuando pasaban tiempo sin acceder al teléfono celular.

No es difícil empatizar con esta idea. Todos hemos experimentado por la actualización convulsiva de Twitter o por el consumo pasivo y al mismo tiempo mecánico de Instagram. Las redes están diseñadas como mecanismos de recompensa.

Lo sorprendente de estas investigaciones es que revelan una autoconsciencia aguda sobre nuestro problema. Volviendo a la encuesta de SocialSphere, 35% declara sentirse «informado» tras navegar por las redes… A cambio de sentirse deprimidos (18%), ansiosos (18%) o enfadados (13%).

Estas emociones son más graves en el caso de los jóvenes, llegando a porcentajes de 38% a 43% cuando consultan Facebook. Saben qué efecto tiene en sus emociones aunque no puedan controlarlo.

elsiglo