Cardenales de Lara extendió a cuatro juegos su invicto este martes, al derrotar a los Tiburones con marcador de 9-0 en el Estadio Universitario de Caracas.
Lara, que ha ganado cada uno de sus primeros tres choques en la joven campaña, contó con una artillería que sacudió hasta 14 hits, mientras que los brazos crepusculares, encabezados por el abridor Williams Pérez, (1-0), apenas toleraron cuatro incogibles.
En su estreno en el actual campeonato, Pérez trabajó por espacio de cinco episodios completos, en los que permitió un trío de inatrapables, ponchó a la misma cantidad de rivales y regaló un pasaporte.
Tras su salida del cotejo, el relevo de Lara sostuvo el dominio, tolerando un solo imparable en el resto del camino. Jackson Stephens, Argenis Angulo, Elvis Escobar y Fabián Blanco se combinaron para cuatro innings casi perfectos y así completar la primera blanqueada de la campaña.
Del lado ofensivo, los Pájaros Rojos se apoyaron en un Carlos Rivero que sacudió un par de dobles y empujó dos rayitas, además de Alberto Callaspo que también llevó a dos compañeros al plato.
El torpedero novato Jermaine Palacios, fresco de llevarse la distinción al mejor jugador de la primera semana, tuvo una jornada perfecta en el cajón de bateo, al irse de 4-4, con tres anotadas.
Por los salados, el lanzador derrotado fue el iniciador Eudis Idrogo (0-1), quien permitió cuatro hits y dos anotaciones, al mismo tiempo en que otorgó un pasaporte y recetó a un contrario, en tres capítulos de trabajo.
Luego de su histórico estreno en la pelota venezolana el domingo, cuando se convirtió en apenas el decimocuarto criollo en despachar un jonrón en su primer duelo en el circuito, el careta Juan Fernández mantuvo el buen momento al irse de 2-2, con un boleto recibido.
En el otro partido de la jornada de este martes, Tigres de Aragua obtuvo su segunda victoria de la campaña y propinó a su vez la cuarta derrota de Águilas del Zulia, al imponerse en el Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo con marcador de 2-1 en 10 entradas, gracias a un elevado de sacrificio de Denis Phipps en situación de bases llenas, que remolcó desde la antesala a Edwin García.
