Ecologistas piden financiación para países devastados por el cambio climático

La red internacional de organizaciones contra el cambio climático CAN dijo este martes que “es prioritario” que de la cumbre del clima COP26 que empieza este domingo en Glasgow (Escocia) salga un acuerdo para ofrecer financiación a los países en vías de desarrollo más afectados por el cambio climático.

En una rueda de prensa virtual, representantes de la asociación, a la que pertenecen Greenpeace o Amnistía, subrayaron que el dinero destinado al concepto de “pérdidas y daños” debe ser “diferente” a los 100.000 millones de dólares anuales que en 2009 los países ricos ya se comprometieron a aportar (aunque aún no han llegado a esa cifra) para “la adaptación y la mitigación” frente a los estragos del clima.

Uno de los objetivos de esta cumbre de la ONU, que se celebra hasta el 12 de noviembre, es precisamente alcanzar esos 100.000 millones de dólares de forma sostenida ahora y en el futuro, pero los territorios más afectados por catástrofes naturales, en especial las islas, quieren, como segunda meta, financiación específica para recuperarse de los daños.

Pelenise Alofa, coordinadora de CAN en la isla de Kiribati, en el océano Pacífico, dijo que de la cita de Glasgow debe salir un “mecanismo de evaluación del coste y de distribución del dinero” que “pueda empezar a aplicarse en la COP27”.

Según datos de la asociación, los cálculos actuales indican que el impacto financiero por daños para los países pobres puede ser de entre 290.000 y 590.000 millones de dólares anuales para 2030.

Por esa oscilación, CAN pide que la adjudicación de los fondos fuera no un monto cerrado sino “de acuerdo con las necesidades”.

También insta a que la COP26 “reconozca la relación entre los tres pilares de la acción climática”: “Menos medidas de mitigación significarán más inversión en adaptación y, cuanto menos nos adaptemos ahora, más pérdidas y daños afrontaremos en el futuro”, declaró Harjeet Singh.

Las otras dos claves del éxito de la cumbre bajo presidencia británica son, según CAN, que los casi 200 países participantes aumenten sus objetivos de reducción de emisiones para 2030, a fin de alcanzar el cero neto a mediados de siglo.

Y que completen el marco normativo para aplicar plenamente el Acuerdo de París de 2015, de modo que existan mecanismos eficaces para controlar los compromisos de reducción de emisiones, los sistemas de financiación y las transacciones de los ya existentes mercados de carbono.

Li Shuo, de Greenpeace en China, señaló que no ven necesario desarrollar un nuevo mercado de créditos de carbono en que los países contaminantes puedan pagar a otros para que reduzcan el equivalente de emisiones de gases, pues, en virtud del pacto parisino, “todos han de aspirar a un cero neto para 2050”.

EFE