El Barcelona ha hecho oficial la renovación de su estrella: Ansu Fati. El equipo azulgrana estaba preocupado por la fuga de talentos propiciada por la enorme deuda que mantiene el club. Ilaix Moriba ahora futbolista del Leipzig es el último ejemplo de un jugador de alta prioridad que no pudo retener el Barça.
Moriba y Fati eran ambos objetivos de renovación del club culé. A Ilaix le hicieron una primera oferta de dos millones y a Ansu solo le ofrecieron uno.
Fati respondió rápido a las exigencias de un Camp Nou desesperanzado con la salida de Lionel Messi. Su desparpajo y verticalidad, junto a su habilidad para aguantar la presión a sus 18 años, ha creado un matrimonio que se extiende hasta 2027 y el club le ha puesto un anillo con demasiados kilates: una cláusula de rescisión de 1.000 millones,un aumento considerable a su salario y el dorsal ’10’ de Messi.
“Agradezco al club la confianza y la oportunidad de seguir unos años más porque mi sueño siempre ha sido triunfar aquí.
Trabajaré cada día para mejorar y para darle al club lo que necesita de mí”, anunció Ansu Fati en el acto de renovación de su contrato, vestido con un traje negro.
“Le dije a mi agente (Jorge Mendes) que mi prioridad era quedarme aunque hubiera ofertas porque quiero triunfar aquí. Me siento muy querido y es lo que más valoro”, añadió el extremo culé.
El Barcelona, con una deuda que asciende a los 115 milones solo en deudas de fichajes, estaba en una encrucijada con la renovación de Ansu Fati.
El club durante las negociaciones con el jugador tuvo que competir contra otros clubes interesados en obtener a la joven estrella de LaLiga.
Según información divulgada por el medio español ‘El Partidazo de COPE’ el delantero azulgrana y su agente recibieron ofertas de los clubes top de Europa. El PSG, el Manchester United y el Liverpool eran los perseguidores que sondearon a Fati y a Jorge Mendes para llegar a un acuerdo.
Estos clubes vieron al jugador como la cochinilla del Juego del Calamar y todos querían unirse al juego.
El Barcelona tuvo que actuar rápido para desactivar la amenaza de los grandes equipos que pudieran tentar a Ansu a irse del club, el Barça quiso evitar otro caso como el de Ilaix Moriba.
Ansu Fati es fichado por el Barcelona a los 10 años y parte para La Masía. Lo trajo el área deportiva después de verle en el equipo sevillano Peloteros Sur, el español llegó junto a su hermano Braima.
Después sufre una rotura del peroné al mismo tiempo que la FIFA impone una sanción al club catalán por irregularidades en los contratos con sus jugadores menores de edad.
Ernesto Valverde le vio en un entrenamiento y aquello fue suficiente como para darle una oportunidad.
