Al menos 18 civiles mueren en un nuevo ataque de rebeldes en la RDC

Al menos 18 personas murieron la noche del miércoles en una incursión de los rebeldes de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en la provincia de Kivu del Norte, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), confirmaron hoy a Efe las autoridades locales.

Al menos 18 civiles mueren en un nuevo ataque de rebeldes en la RDC
Foto: Referencial

El ataque tuvo lugar tras la incursión alrededor de las 20.00 hora local (19.00 GMT) de los asaltantes en tres aldeas situadas en el sector de Rwenzori, en la carretera Beni-Kasindi: Kalembo, Toya y Mayele.

“Es en el centro de Kalembo donde los asaltantes cometieron realmente su crimen. Allí mataron a más gente. Esta mañana hemos contado dieciocho cuerpos de civiles”, dijo a Efe por teléfono Bozi Sindiwako, jefe del sector de Rwenzori.

“El ataque sucedió cuando la gente ya estaba en casa después de su trabajo en el campo”, agregó Sindiwako al señalar que la mayoría de los fallecidos eran agricultores.

El jefe del sector de Rwenzori subrayó que el número de víctimas aumentará “porque el ataque ha durado y porque varios habitantes están en paradero desconocido. Seguramente fueron secuestrados por los asaltantes que los llevaron al monte”, donde ya se encuentran desplegadas las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC).

El pasado martes, los rebeldes de este grupo armado perpetraron un ataque también en territorio de Irumu, en la vecina provincia de Ituri, matando a al menos seis civiles.

Tanto Kivu del Norte como Ituri se encuentran en estado de sitio y bajo administración militar desde el pasado 30 de abril como respuesta a la violencia creciente en el noreste del país.

No obstante, Human Rights Watch (HRW) denunció a mediados del pasado septiembre que desde mayo al menos 672 civiles han sido asesinados por grupos armados; y 67 por el Ejército en Ituri y Kivu del Norte, según los últimos datos recogidos por la herramienta de seguridad Kivu Security Tracker.

El noreste del país lleva años sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y por los ataques de soldados del Ejército; pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (MONUSCO); que tiene desplegados a más de 14.000 soldados.

Las ADF, responsables de buena parte de estos ataques; empezaron su campaña violenta en 1996 en el oeste de Uganda como respuesta al régimen del presidente de ese país, Yoweri Museveni; -al que acusaban de ir en contra de los musulmanes-, hasta que el Ejército forzó su repliegue a la frontera con la RDC.

Desde allí hacen incursiones en territorio congoleño aprovechando una geografía montañosa que les permite esconderse de las operaciones militares y de la MONUSCO.

Su programa es difuso, más allá de una posible conexión con la organización yihadista Estado Islámico (EI); que a veces se responsabiliza de algunos de sus ataques, si bien el Grupo de Expertos en el Congo de las Naciones Unidas; anunciaron el pasado junio que no habían encontrado evidencias de un apoyo directo por parte del EI al grupo.

El pasado 15 de agosto, el presidente de la RDC, Félix Tshisekedi; autorizó a fuerzas especiales de Estados Unidos a ayudar al Ejército congoleño a combatir a las ADF, grupo considerado “terrorista” por Washington.

Según los últimos datos publicados por Kivu Security Tracker, las ADF han causado desde 2017 más de 1.850 víctimas por “muerte violenta”; en más de 330 ataques, pero otras organizaciones les atribuyen miles de muertos.

EFE