Tras una millonaria inversión del empresario argentino Manuel Antelo, la compañía francesa Decathlon abrirá próximamente sus puertas en Uruguay, la que será su cuarta sede latinoamericana, con la firme idea de «democratizar el deporte».
Un local de 1.500 metros cuadrados ubicado a las afueras de Montevideo, en el que se invirtieron unos 3,5 millones de dólares, será la sede del gigante especializado en la venta de artículos deportivos que será inaugurado el próximo 12 de noviembre.
Allí, Antelo recibe a Efe para dialogar sobre este proyecto que a nivel global asciende hasta los 18 millones de dólares y que suma Uruguay a sus sedes latinoamericanas en Brasil, Colombia y México.
Accesibilidad al deporte
Fanático de Decathlon, el empresario argentino cuenta que, durante los cinco años que vivió en Madrid, visitó sus tiendas siempre que pudo y aprovechó para adquirir productos con una relación entre precio y calidad que considera «imbatible».
Por ello, destaca que su llegada a Uruguay permitirá «democratizar el deporte» y hacerlo «más accesible a todo el mundo».
«Esto para mí es un emprendimiento que me gusta muchísimo, es algo totalmente nuevo para Uruguay, es traer uno de los grandes jugadores en el deporte a nivel mundial», indica.
En el país suramericano, la compañía permitirá que la gente pueda adquirir más de 2.300 artículos de 65 deportes diferentes con 62 marcas propias, entre las que destacan Domyos, Quechua, Olaian, Nabaiji o Kalenji.
«Tengo muchísima fe en el éxito de Decathlon porque los uruguayos son muy deportistas y Decathlon cubre todos los deportes», dice Antelo, quien resalta que su idea es ampliar el negocio y abrir más adelante otras cinco tiendas.
Por otra parte, destaca la importancia de que el gigante deportivo se haya interesado en Uruguay, ya que, desde su punto de vista, eso le podrá abrir las puertas a nuevas empresas que lleguen a instalarse.
Inaugurada en 1976, en este momento Decathlon cuenta con 1.600 tiendas y tiene presencia en 57 países.
Las garantías de Uruguay
Durante la charla, Antelo también resalta las garantías que Uruguay ofrece a los inversores y asegura que él es «un promotor absoluto» de que otros empresarios sigan su ejemplo.
En la actualidad, el argentino es propietario de distintas empresas en el país suramericano que emplean a unas 1.200 personas: Car One, un megacentro de automóviles que incorporará pronto un centro comercial; Grupo Santa Rosa, representante de Nissan, Renault, Iveco, JMC y Changan en Uruguay; y la fábrica automotriz Nordex.
«Uruguay es un país atractivo para vivir para todo el mundo; hay que pensar mucho en Europa», asevera.
Explica que el recurso más importante que tiene es su gente y destaca la seguridad jurídica de un país donde «cambian los gobiernos pero no cambian las reglas».
«Eso es un tema básico para un inversor; porque un inversor piensa en largo plazo, piensa en lo que va a venir en el futuro, porque las inversiones estas no se recuperan de un día para el otro; llevan muchos años. Nosotros vemos que Uruguay es un país que, a pesar de cambiar de gobierno de sentido completamente diferente, las normas no se cambian. Eso para los inversores es fundamental», puntualiza.
Asimismo, apunta que en el país hay «mucha libertad» y resalta la importancia de saber que si invierte «una cantidad de millones de dólares» después puede sacarlos el día que quiere y comprar los dólares sin «ningún inconveniente».
«Acá se vive una gran libertad para invertir, la actividad privada no está afectada por normas del Estado que no dejan actuar», concluye.