La argentina Magdalena Simmermacher, que partirá este domingo como líder destacada en la jornada final del Estrella Damm Ladies Open después de realizar este sábado una gran vuelta de 67 golpes (-5) para un total de 136 (-8), comentó, tras jugar «un golf muy sólido desde el tee hasta el green», ahora se «divierte más en el campo».
«Ahora me estoy divirtiendo más en el campo de golf y he vuelto a jugar como lo hice como aficionada. Simplemente golpeo como quiero golpear y sin planificar demasiado. Estoy trabajando mucho en mi swing con mi entrenador y creo que va por el camino correcto, así que esa es la clave», explicó.
‘Maggie’, como la llaman sus compañeras de torneos, tiene 25 años y nació en Pilar, una pequeña localidad al norte de Buenos Aires, y destaca por su gran pegada y seguridad en los ‘putts’. Fue este verano en Tokio la primera jugadora argentina que compitió en golf en unos Juegos Olímpicos.
Es la numero uno de su país aunque de pequeña, su padre, tanto a ella como a sus tres hermanos, les inculcó el amor por el deporte. Practicó tenis, hockey hierba, polo y golf. Como infantil llegó a jugar con la selección argentina de hockey hierba en el Mundial de Sudáfrica.
A los 13 años se decantó por el golf y tras ser campeona de Argentina en varias ocasiones, a los 17 años obtuvo una beca para estudiar en la Old Dominion University de Virginia (Estados Unidos) y jugar a golf en la NCAA, donde destacó.
Tras licenciarse en Economía Internacional, en 2019 dio el paso a profesional y el salto a Europa para jugar el Circuito Europeo.
Ese mismo año ya jugó como invitada el Estrella Damm Open y quedó decimoséptima. Acabo el año en el puesto 30 de la Orden de Mérito. En 2020 quedó segunda en el Abierto de Francia. Su hermano es su caddie y destaca por la boina roja de los pamperos argentinos que luce en los torneos.
Podría convertirse en la primera jugadora de su país en ganar en el Circuito Europeo femenino. «No ha habido muchos argentinos, así que sería todo un éxito. Por lo general soy la primera en hacer cosas en el golf. Sería bueno que las generaciones venideras vieran que también pueden hacerlo», comentó.