Ratifican libertad plena a cinco implicados del caso Ángela Aguirre

Cinco de los siete vinculados al caso de Ángela Aguirre, fueron absueltos por una Corte de Apelaciones la cual ratificó la condena de 29 años de cárcel para los otros dos.

La joven fue asesinada en marzo del 2019

El 11 de agosto un Tribunal dictó la condena de casi 30 años para Cedeño y Zorrilla, mientras los otros cinco debían seguir detenidos mientras apelaban su condición.

La familia Aguirre, por su parte, todavía no se pronuncia públicamente sobre esta decisión.

El 23 de marzo de 2019, Ángela Nohely Aguirre Yaguare, de 16 años, fue con el permiso de sus padres a la fiesta de cumpleaños de José Alberto Cedeño en el Club Ítalo-Venezolano de Ciudad Guayana. Según sus padres, ellos no sabían que quienes celebraban ese día irían en lancha a la isla “La Terecaya”.

Según la madre de Ángela, perdieron contacto con ella a las 8:00 p.m. La llamaron infinitas veces y estaban desesperados sin saber qué hacer hasta que recibieron una llamada de la mamá del cumpleañero diciendo que “la niña se había caído de la lancha y no la encontraban”.

Todo lo que pasó a partir de ese momento fue una pesadilla para la familia Aguirre Yaguare. Se inició un proceso para hacer valer la justicia que hasta el día de hoy no ha concluido.

Luego de tres días de búsqueda, el 26 de marzo de 2019, el cuerpo de Ángela flotaba río arriba. Es decir, a contracorriente, muy cerca del balneario “El Rey”. Allí estaba su cuerpo ya rígido con un traje de baño marrón y un chaleco salvavidas del mismo color. El mismo que llevaba en la última fotografía que Ángela posteó.

El director general del Cicpc, Douglas Rico, publicó el 26 de marzo de 2019 en su cuenta de Instagram que, a través de la necropsia, la causa de muerte fue por asfixia mecánica por inmersión con lesiones en las partes íntimas y hematomas en el cuerpo de Ángela.

Días después, se realizó una segunda autopsia y el 29 de marzo Rico ofreció una rueda de prensa desde la Subdelegación Ciudad Guayana en la que indicó que el resultado de la segunda autopsia, que duró unas 4 horas y que fue realizada por la unidad científica del Ministerio Público, tomó un giro distinto. El cuerpo de la joven estaba boca abajo y por la posición se generó la lividez postmortem (coloración rojiza-amoratada debida a una acumulación de la sangre en esas zonas), además de rigidez cadavérica y la saponificación (abombamiento del cadáver).

De igual forma las pesquisas determinaron que aún cuando Ángela tenía el chaleco pudo haberse ahogado accidentalmente porque el oleaje de noche es muy fuerte y por lo general estos artículos tienen un tiempo de vida. Por su parte, la familia de Ángela asegura que se trata de un feminicidio y que la adolescente fue víctima de violencia sexual y física antes de morir.

Caracas