El ministro del Interior rumano, Lucian Bode, fijó en siete el número de pacientes de covid fallecidos en el incendio este viernes de la UCI de un hospital de cuidados intensivos de la ciudad costera de Constanta, en el sureste del país.
En un primer momento, el Departamento para Situaciones de Emergencia había informado de la muerte de nueve personas. “Pedimos disculpas por la información inicial”, dijo el jefe del departamento, el secretario de Estado de Interior Raed Arafat.
Según la portal de noticias rumano G4Media, se trata del décimo incendio en un centro médico rumano en menos de un año.
Diez pacientes de covid murieron en noviembre de 2020 al incendiarse la unidad de cuidados intensivos. En enero de este año, otros cinco enfermos de covid fallecieron por otro fuego en el hospital Matei Bals de Bucarest.
Médicos contactados por Efe atribuyen la frecuencia con que se producen estos incendios a la saturación de las UCI debido a la pandemia, un fenómeno que ha disparado el uso de electricidad en instalaciones generalmente precarias y anticuadas.
La utilización de oxígeno para tratar a pacientes de covid hace, añaden las fuentes, que aumente el riesgo de explosiones cuando se produce un cortocircuito.
Con apenas un tercio de la población adulta vacunada; Rumanía está siendo golpeada por una cuarta ola de covid que ha batido esta semana el récord absoluto de contagios diarios desde que comenzó la pandemia; con más de 12.000 casos confirmados en 24 horas.
Este nuevo repunte de casos ha llevado también a un incremento sustancial del número de enfermos de covid ingresados en unidades de cuidados intensivos; lo que ha obligado al Gobierno rumano a aumentar el número de camas destinadas a estos pacientes.
En estos momentos hay 12.168 personas hospitalizadas, de ellas en 1.364 en la UCI.
