Con un mejorado satélite Landsat, enviado este lunes al espacio, la NASA y el Gobierno de EE.UU. subrayaron hoy la importancia de este programa para «guiar» las decisiones políticas y científicas y salvaguardar los recursos naturales para la supervivencia humana a partir de las imágenes del planeta que ha capturado desde hace casi 50 años.
Con la idea de aportar diariamente más de 700 fotografías, la NASA lanzó al espacio este lunes el Landsat 9, que acompañará al Landsat 8 en una órbita a unas 438 millas (705 kilómetros) de la Tierra para hacer entre ambos registros completos del planeta cada ocho días.
«Esta es una forma de datos tan rica», subrayó la secretaria de Interior de EE.UU., Deb Haaland, minutos antes del despegue, que se produjo hacia las 14.12 EDT (18.12 GMT) de este lunes, como estaba previsto.
Las imágenes del Landsat 9, un satélite de 5.981 libras (2.713 kilos), «nos ayudarán tremendamente a guiarnos», enfatizó la secretaria.
Explicó que esta información sirve para tomar decisiones de la vida diaria de las personas en medio de la «crisis climática» y sus impactos con peores huracanes, incendios y otros desastres naturales.
Fabricado por la empresa Northrop Grumman, este observador despegó hoy propulsado por un cohete Atlas V de la empresa United Launch Alliance (ULA) de la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg (California).
Las imágenes que tome se sumarán a un archivo de más de 9 millones de registros del Landsat, que han sido testigos del cambio de la Tierra como parte de un programa de la NASA en conjunto con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
«La forma en que lo pienso es que es casi como una pintura. Nuestra investigación es la pintura. Nuestro Landsat es el lienzo», manifestó Thomas Zurbuchen, administrador asociado de Ciencia de la NASA sobre el programa.
EL RÉCORD DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Tras el lanzamiento, el administrador de la NASA, Bill Nelson, señaló que la iniciativa Landsat es crucial para luchar contra el cambio climático.
«Ayuda a los agricultores, a los científicos a comprender y gestionar los recursos de la tierra y todo lo que se necesita para sustentar la vida humana, como alimentos, agua y bosques», enfatizó.
Resaltó que el Programa Landsat, que comenzó en 1972, «establece un récord a largo plazo de nuestro planeta y nos permite rastrear los cambios y los impactos del cambio climático».
Para Nelson la idea es desarrollar «la capacidad para que podamos medir realmente lo que está sucediendo».
«Este registro nos ayuda a comprender no solo que el cambio (climático) está ocurriendo, sino qué tan rápido y si se está acelerando, y lo que significa para los humanos», manifestó por su parte Karen St. Germain, de la división de Ciencia de la Tierra de la NASA.
Las condiciones meteorológicas de hoy permitieron el lanzamiento del nuevo satélite, con tecnología y resolución mejoradas, pese a la presencia de nubes, neblina e incluso humo de incendios forestales antes del despegue, explicó la NASA durante la transmisión.
La agencia detalló que la etapa superior del cohete «logró la órbita síncrona solar casi polar deseada para Landsat 9 a poco más de 16 minutos de vuelo», después de lo cual se disponía hacia el otro lado de la Tierra para liberar la nave espacial.
MEJORAS AL ANÁLISIS DE AGUA
Con casi 50 años de existencia y disponible para todo el público de forma gratuita, el programa Landsat ha generado imágenes de forma «continua e ininterrumpida» de la Tierra, explicó por su parte a Efe Laura Lorenzi, científica de la NASA.
Ello ha permitido «entender qué cambios nuestro planeta ha tenido, sea por causas naturales o inducidas», agregó.
El rastreo de qué cultivos sembrar, de la deforestación, qué tanto están ardiendo los incendios forestales, la disponibilidad de agua potable de lagos como el Erie o inclusive «la magia» de saber cuánta agua están utilizando los cultivos son apenas algunas de la claves proporcionadas por estos satélites, según la oceanógrafa.
Lorenzi además resaltó que el nuevo satélite ahondará en el entendimiento de las zonas costeras y las superficies de los océanos, lagos y reservorios gracias a una banda adicional que permite ver en el espectro azul.
La experta explicó que antes del Landsat 8, lanzado en 2013, las imágenes mostraban los cuerpos de agua como una «mancha negra», que impedía analizar estas superficies, aunque sí proveían información sobre el deterioro de los arrecifes.
Este nuevo observatorio cuenta con un Sensor de Infrarrojos Térmico 2 (TIRS-2) para calcular la humedad del suelo y detectar la salud de las plantas, y con el sensor Operational Land Imager 2 (OLI-2), que proporciona datos en las porciones del espectro visible, infrarrojo cercano e infrarrojo de onda corta.