Perú amenaza con nacionalizar yacimiento de gas de Camisea

El primer ministro de Perú, Guido Bellido; amenazó este domingo con nacionalizar el yacimiento de gas de Camisea si el consorcio formado por la argentina Pluspetrol; la española Repsol y la estadounidense Hunt Oil; entre otras empresas, se niega a “renegociar” el reparto de beneficios a favor del Estado.

Camisea
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En un mensaje publicado en la red social Twitter, Bellido aseguró que el Gobierno está convocando al consorcio para que acepte entregar una mayor cuota al Estado de las ganancias obtenidas por la venta del gas de uno de los mayores yacimientos de Latinoamérica.

“Convocamos a la empresa explotadora y comercializadora del gas de Camisea, para renegociar el reparto de utilidades a favor del Estado. Caso contrario, optaremos por la recuperación o nacionalización de nuestro yacimiento”, publicó Bellido sin previo aviso.

La renegociación de los contratos de concesión de la explotación de Camisea, situado en la selva amazónica de la sureña región de Cusco; era una promesa electoral de campaña del partido socialista Perú Libre; al que pertenece Bellido, quien además es cusqueño de nacimiento.

Varias horas después del gran revuelo generado en Perú por el mensaje de Bellido, el presidente de Perú, Pedro Castillo, matizó que “cualquier renegociación se dará con respeto irrestricto al Estado de derecho y velando por los intereses nacionales”.

“En este Gobierno del pueblo, estamos comprometidos con llevar gas barato a todos los peruanos. El Estado y el sector privado trabajando juntos por un Perú mejor”, añadió Castillo, quien esta semana había dicho ante Naciones Unidas que su Gobierno no es comunista ni practicaría expropiaciones.

Más efusivo fue el secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón; quien celebró el mensaje de Bellido y alentó una nacionalización que actualmente no permite la Constitución peruana.

Pluspetrol es el socio

Dentro del consorcio de Camisea, Pluspetrol es el socio mayoritario con el 27 % de participación, seguido de la estadounidense Hunt Oil (25,1 %), la coreana SK Innovatión (17,6 %); la española Repsol (10 %), la argentina Tecpetrol (10 %), y la argelina Sonatrach (10 %).

Desde 2019 está bloqueada la compra de la participación de SK Innovation por parte de Pluspetrol al exigir al Estado peruano la firma de una cláusula anticorrupción que obligaba al comprador a desprenderse de sus derechos sobre el yacimiento en caso de que en adelante se hallara algún caso de corrupción en Camisea.

Pluspetrol se encarga desde 2004 de realizar las actividades de exploración y explotación de las reservas de gas natural en los bloques 56 y 88 de Camisea y su posterior procesamiento en la planta de fraccionamiento de Malvinas; ubicada a orillas del río Urubamba; donde se separan los líquidos y el gas seco.

Desde esa planta, el gas es transportado por un gasoducto de más de 500 kilómetros hasta el puerto de Pisco, en el océano Pacífico; donde hay una planta de fraccionamiento para su exportación y para su consumo interno en viviendas.

Un 0,5 % del PIB

En condiciones normales, Camisea produce entre 43 y 48 millones de metros cúbicos de gas por día, procedentes de los bloques 56 y 88 a cargo de Pluspetrol y del 57 a cargo de Repsol; según el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin).

De esta forma, Camisea produce 92 % de la producción fiscalizada de gas natural de Perú y su gas permite generar más del 40 % de la energía eléctrica consumida a nivel nacional.

Durante sus primeros 15 años de operaciones; Camisea facturó 30.000 millones de dólares tras una inversión de 5.000 millones de dólares y generó regalías para el Estado peruano por valor de 8.000 millones de dólares, lo que equivale al 0,5 % del producto interior bruto (PIB) del país.

No es la primera vez que Bellido lanza mensajes polémicos en Twitter, como a inicios de la semana cuando instó al ministro de Relaciones Exteriore; Óscar Maúrtua, a dimitir si no estaba de acuerdo con que el Ejecutivo reconociera a Nicolás Maduro como el presidente legítimo de Venezuela.

EFE