El Bayern estrenará mañana su liderato, conquistado en la jornada anterior con la goleada por 7-0 ante el Bochum, con una visita al modesto Fürth, equipo recién ascendido y actualmente colista de la Bundesliga con solo un punto en cinco jornadas.
El Spielvereinigung GreutherFürth, como es el nombre completo del club, llega al partido con plena consciencia de que la clave es procurar minimizar daños, sin renunciar a la esperanza de que las circunstancias le den la posibilidad de una sorpresa.
“Somos de otro calibre que el Barcelona”, bromeó el entrenador, Stefan Leitl, cuando se le preguntó sobre las posibilidades que le veía a su equipo.
Luego, más en serio, dijo que la clave será buscar un planteamiento sólido en defensa y ofrecer a lo largo de los noventa minutos un gran despliegue físico.
“Si al final del primer tiempo el Bayern va dos goles por delante en el marcador no importa. Habrá que seguir luchando y no entregarse”, dijo.
El objetivo es procurar no darle espacios a jugadores como Alphonso Davies, Serge Gnabry o Leroy Sané para que no puedan explotar su velocidad y tratar de tener bajo control a Robert Lewandowski.
EL BAYERN Y LAS BAJAS DE KINGSLEY
El Bayern llega al partido con las bajas de Kingsley Coman, por una intervención quirúrgica tras problemas con el ritmo cardíaco, Jamal Musiala, con una lesión de tobillo, y Corentin Tolisso, con problemas en los gemelos.
Gnabry, además, estuvo afectado por un resfriado que lo mantuvo al comienzo de la semana alejado de las entrenamientos.
El segundo clasificado, el Wolfsburgo -rival del Sevilla la próxima semana en la Liga de Campeones- jugará el sábado a domicilio ante el Hoffenheim.
El Wolfsburgo está empatado en puntos con el Bayern que lo supera por mejor diferencia de goles. El tercero, el Borussia Dortmund, con un punto menos, visita en el partido de fondo del sábado al Borussia Mönchengladbach.
