Desde este domingo el volcán de Cumbre Vieja, expulsa lava y humo en la isla de La Palma y como consecuencia ha dejado decenas de casas engullidas por las lenguas de lava que cruzan la isla tras la erupción volcánica, a una velocidad de 700 metros por hora.
Asimismo, la colada del volcán ha obligado al desalojo de unas 5.500 personas.
El comité científico que asesora al Gobierno ha fijado un radio de exclusión de dos kilómetros en torno a los centros de emisión y los ríos de lava para minimizar el impacto de piroclastos y la exposición de gases.
”Es previsible que el frente de lava alcance el mar esta tarde sobre las ocho de la tarde”, dijo el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha indicado en una comparecencia en La Palma que “lo más importante en este momento es la seguridad de los ciudadanos”.
Por otro lado, la Marina Mercante ha restringido la navegación marítima en previsión de que las coladas toquen el mar. La medida se delimita a la zona próxima a la erupción, y se mantendrá hasta que cese el vertido.
