Pakistán asegura que podría poner fin a 40 años inestables

Tras la llegada al poder de los talibanes en Afganistán, el país “podría acabar finalmente con cuatro décadas de inestabilidad”, aseguró hoy el ministro de Asuntos Exteriores de la vecina Pakistán, Shah Mahmood Qureshi, en la conferencia internacional organizada por la ONU para asistir al pueblo afgano.

Afganistán
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“Afganistán tiene la oportunidad de comenzar el camino hacia una paz y desarrollo sostenibles”, señaló el canciller de Pakistán, país percibido por algunos observadores como aliado de los talibanes y que, frente al pesimismo del resto de altos cargos en la conferencia, ofreció cierto mensaje de esperanza.

En todo caso, admitió, unos 18 millones de afganos viven una situación límite y actualmente necesitan ayuda humanitaria, aunque el ministro de Exteriores también pidió “no olvidar a los millones de refugiados de Afganistán que viven en países de acogida”.

Pakistán, donde vive cerca de la mitad de la población de etnia pastún (a la que está ligado principalmente el movimiento talibán), ha acogido durante las últimas décadas a más de tres millones de refugiados afganos, recordó Qureshi, quien pidió no olvidar a las comunidades que los acogen “en estos difíciles momentos”.

Afganistán necesita ayuda

Por otra parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, inauguró la conferencia internacional sobre la situación humanitaria en Afganistán advirtiendo que ese país afronta sus “horas más peligrosas” y necesita más ayuda internacional para superarlas.

“Es el momento de que la comunidad internacional esté con ellos”, subrayó Guterres, quien matizó que incluso antes de que el poder en Afganistán fuera recuperado por los talibanes el país ya experimentaba “una de las peores crisis humanitarias globales”.

La conferencia busca recaudar de la comunidad internacional 606 millones de dólares, en un momento en el que, recordó Guterres, uno de cada tres afganos “no sabe cuándo será su próxima comida” y cientos de miles de personas han tenido que abandonar sus hogares.

El máximo responsable de la ONU señaló que al perenne conflicto en ese país se suma en los últimos meses una grave sequía, la segunda que vive el país en el último lustro, que amenaza con arruinar las cosechas y dejar sin alimentos a millones de afganos ya a finales de mes, con el duro invierno a la vista.

Guterres aclaró que el régimen de facto talibán, aún sin reconocimiento internacional, “ha prometido cooperar para garantizar que se asista al pueblo de Afganistán” y en este sentido pidió que los trabajadores de la ONU y agencias relacionadas puedan seguir trabajando con seguridad en el país “sin acoso ni intimidación”.

El secretario general de la ONU también recordó que las mujeres y niñas de Afganistán “quieren asegurarse de que sus avances no se pierdan, no se les cierren las puertas y no se apaguen sus esperanzas”, con el fin de conservar la “nueva generación de empresarias y mujeres líderes que ha florecido en las últimas dos décadas”.

EFE