Un ciudadano, identificado como Jesús Oropeza Velásquez, de 35 años de edad, fue asesinado de tres disparos por sujetos que ingresaron a su casa en la noche del jueves, en San Mateo, municipio Bolívar del estado Aragua; antes de irse, los homicidas rociaron kerosén a su víctima y le prendieron fuego.
El hecho ocurrió en el barrio Ricaurte, específicamente en la avenida principal. Oropeza Velásquez recibió dos disparos en el pecho y otro en la cabeza.
De acuerdo a versiones sobre el caso, esta persona se encontraba dentro de su vivienda. Desde las nueve de la noche, la localidad estaba a oscuras por racionamiento eléctrico; eso ocasionó que los habitantes se mantuvieran en sus residencias.
Cerca de las 11:00pm, la tranquilidad de la zona se vio afectada por detonaciones de armas de fuego. Quienes viven cerca del lugar donde se efectuaron los tiros, no salieron por temor; pasados algunos minutos luego de los disparos, los vecinos escucharon el encendido de varias motos y el rugir de los motores a medida que se alejaban del lugar.
Con prevención, algunas personas salieron de sus moradas y notaron que había un conato de incendio en la casa de Jesús, por lo que entraron. En la sala yacía su cuerpo, sobre un charco de sangre y algunas extremidades tenían fuego; a un lado estaba, un recipiente con kerosén que posiblemente fue utilizado por los victimarios.
La situación de las llamas fue controlada por los propios vecinos, quienes inmediatamente avisaron a las autoridades. Una comisión de la policía científica se hizo presente para realizar el levantamiento del cadáver e iniciar las averiguaciones del caso.
Los detectives de homicidios tomaron declaraciones de algunos vecinos. Ninguno vio los rostros de los criminales; el CICPC maneja el móvil de este caso, por el momento, como un ajuste de cuentas.
Se pudo conocer en predios del mencionado cuerpo policial, que Oropeza Velásquez había estado implicado en la sustracción de un rollo de cable con otros elementos, pero que él se había quedado con la mejor parte, por lo tanto sus “socios” no lo perdonaron.
HBRI -elsiglo
Foto: Joel Zapata
