La inflación de Brasil en agosto llegó al 0,87 %, el mayor nivel para el mes desde el año 2000, pero fue un 0,09 % inferior a la registrada en julio (0,96 %), informó este jueves el Gobierno.
La inflación de la mayor economía de Latinoamérica acumula un alza del 5,67 % entre enero y agosto, por encima de la meta fijada por el Gobierno, que era del 3,75 %, con un margen de tolerancia de dos puntos porcentuales hacia abajo (2,25 %) y hacia arriba (5,25 %).
En los últimos 12 meses del año, la inflación llegó al 9,68 %, la más alta desde febrero de 2016, cuando llegó al 10,36 %, de acuerdo con el estatal Instituto de Geografía y Estadística (Ibge).
La inflación se vio presionada principalmente por el alza de los precios del transportes (1,46 %) y concretamente por los combustibles, que aumentaron un 2,96 % en agosto respecto al mes de julio.
El grupo de alimentos y bebidas también impactó la inflación, tras subir un 1,39 %.
El fuerte aumento de la inflación en los últimos meses ha llevado al Banco Central a emprender una senda de aumento de los tipos de interés, que se encuentran ahora en el 5,25 %.
No obstante, los tipos deben de continuar subiendo para contener en los próximos meses el alza de la inflación, la cual el mercado espera que termine el año en el 7,58 %.
Otros problemas
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo que este mismo jueves pretende “conversar” con los camioneros que bloquean carreteras exigiendo la disolución de la Corte Suprema, poco después de haberles pedido que pongan fin a esas protestas.
“Voy a conversar con los camioneros para tomar una decisión”, anunció el mandatario frente a un grupo de seguidores a las puertas de su residencia oficial, en Brasilia, en momentos en que muchos de los bloqueos de camioneros se mantenían en diversos puntos del país, aunque algunas carreteras estaban siendo liberadas.
En mensajes divulgados en las redes sociales, varios promotores de la protesta han ratificado que entre las condiciones para poner fin al movimiento están la destitución de los 11 jueces del Supremo y que el Congreso apruebe la adopción el voto en papeletas para las elecciones del 2022, pese a que ya lo ha rechazado.
La acción de los camioneros comenzó el miércoles, un día después de que Bolsonaro encabezara masivas protestas de la ultraderecha en las que parte de la multitud exigió una “intervención militar” y la “disolución” del Parlamento y la Corte Suprema, que, según los más radicales, “obstaculizan” al Gobierno.
