Un cosmonauta ruso logra atrapar un detalle del módulo Naúka durante caminata

El cosmonauta ruso Piotr Dubrov logró este viernes atrapar en el espacio exterior un detalle del módulo multiusos Naúka durante una caminata, cuyo objetivo es conectar el laboratorio científico a la Estación Espacial Internacional (EEI).

“Tengo la tapa”, dijo Dubrov durante una transmisión en directo de la caminata en la web de la agencia espacial rusa Roscosmos.

Se trata de la tapa de un conector eléctrico del Naúka, que salió volando al espacio durante unos trabajos efectuados por Dubrov y su compañero Oleg Novitski, y corría el riesgo de engrosar la lista de residuos espaciales.

Tras atrapar el detalle, Dubrov, elogiado por Novitski y especialistas del centro de control en tierra, lo colocó en un saco especial para la basura.

Novitski y Dubrov salieron este viernes al exterior de la plataforma orbital para efectuar la primera de las 11 caminatas extravehiculares planeadas para poner a punto el nuevo módulo multiuso y científico Naúka, que se acopló a la EEI el pasado 29 de julio.

La caminata, denominada EVA 49, comenzó a las 14.41 GMT y se prolongará durante más de siete horas.

Esta es la segunda caminata para Novitski y Dubrov que ya realizaron un paseo espacial en junio pasado para preparar la llegada del Naúka, entre otras tareas.

En lo que lleva de vida la EEI se trata de la caminata 242 y, en lo que va de año, la décima.

La caminata de hoy está centrada exclusivamente en el Naúka, que se acopló en julio a la plataforma orbital internacional tras ocho días de vuelo autónomo y con 14 años de retraso sobre los planes iniciales.

Durante la actividad extravehicular, los dos cosmonautas instalarán pasamanos en el nuevo módulo ruso y conectarán cables de alimentación, ethernet y de datos, entre el módulo recién llegado y el módulo de servicio Zvezdá.

Además, si les queda tiempo, deben instalar en el Poisk un soporte con tres contenedores “Biorisk-MSN” para un experimento que consistirá en obtener nuevos datos para predecir la resistencia de los materiales de tecnología espacial al factor microbiológico y formular recomendaciones para reducir el riesgo de daños microbiológicos.

El Naúka, con una masa de 20,3 toneladas y que es el laboratorio espacial más grande lanzado jamás al espacio, fue el primer módulo que Rusia envió a la EEI desde 2010 cuando el Rassvet -utilizado principalmente para el almacenamiento de carga y puerto de acoplamiento- llegó a la estación, y el primero doméstico pesado desde 2000, cuando se lanzó el Zvezdá.

El módulo puede generar oxígeno para hasta seis personas y reciclar la orina para obtener agua potable.

EFE