El peso mexicano cerró este viernes con una apreciación semanal del 1,44 % al cotizar en 19,89 unidades por dólar en el mercado interbancario, por lo que bajó de nuevo de la barrera de los 20 tras dos semanas consecutivas por encima.
El dato implica una recuperación semanal del peso de 29 centavos frente al tipo de cambio de 20,18 unidades por billete estadounidense del viernes anterior, según el dato reportado por el Banco de México (Banxico).
“En las últimas dos semanas, el peso acumula un avance de 2,24 % frente al dólar y se ubica como la doceava divisa más apreciada de las últimas 10 sesiones”, expuso a Efe la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller.
Respecto a la jornada previa, el peso mexicano se apreció un 0,45 % tras cotizar a 19,98 este jueves.
La apreciación del peso se explica por un debilitamiento del dólar en la últimas dos semanas, explicó Siller.
En primer lugar, detalló la analista, persiste la expectativa que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantenga una postura monetaria “ampliamente flexible”.
“Durante la semana se publicaron varios indicadores económicos que apuntan a una desaceleración de la recuperación económica, como consecuencia de la última ola de contagios de coronavirus”, observó.
Por otro lado, enunció que en el mercado de materias primas hubo ganancias en el acumulado semanal, “lo que permitió que las divisas de países productores de ‘commodities’ registraran ganancias frente al dólar”.
Como factores internos, la analista de Banco Base consideró “probable” que el Banco de México (Banxico) aumente otra vez la tasa de interés en 25 puntos base en lo que resta del año ante los “incrementos sostenidos en las expectativas de inflación”.
“Hacia adelante, se espera que el desempeño del tipo cambio se mantenga alrededor de 20 pesos por dólar, moviéndose en función de las expectativas de la política monetaria de Estados Unidos y de México”, comentó.
En la semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su tercer informe de Gobierno, que marca la mitad de su sexenio, en el que presumió del tipo de cambio como uno de los factores de estabilidad macroeconómica de su gestión.
“No hemos contratado deuda pública adicional; el peso no se ha devaluado durante los dos años y nueve meses del sexenio, como no había sucedido en tres décadas”, declaró el miércoles.
