Arabia no siempre fue un desierto

Hace 400 mil años, el imponente desierto arábigo estaba repleto de vegetación con hipopótamos, ganado salvaje y humanos antiguos.

Ni siquiera las dunas perennes del desierto arábigo han estado ahí desde el inicio de los tiempos. Arabia fue alguna vez verde, según un estudio reciente del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana. Específicamente durante la Edad de Piedra, el ecosistema sirvió como un paraíso de descanso para los grupos migratorios de seres humanos, hace cientos de miles de años. Bajo la fuerza inexorable del cambio climático, sin embargo, ese oasis se perdió.

Antes del desierto

Un fenómeno meteorológico conocido como lluvias monzónicas propició que la península arábiga gozara, durante milenios, de un paisaje repleto de vegetación. Los científicos encargados de la investigación llegaron a esta conclusión debido a las herramientas encontradas en las dunas de la región, al norte de África y al suroeste de Asia. Esto se debió a los grandes lagos que ahí existían.

En total, se tiene registro de 5 grandes cuerpos de agua con edades distintas. Hoy en día, este espacio lleva el nombre de Khall Amayshan 4, o KAM 4, y cuenta con sedimentos de los lechos de los lagos antiguos. En las profundidades —hoy convertidas en arena—, se encontraron piedras talladas que sugieren presencia humana consistente. También se encontraron rastros de «hipopótamos, ganado salvaje y otros animales«, según la cobertura de Science News.

Los hallazgos fueron publicados en Nature, y revelan la posibilidad de que grandes grupos de homínidos visitaran la región de Arabia verde durante la Edad de Piedra. En aquel entonces, se estima que el clima era húmedo, y favorecía que estos seres humanos primitivos vivieran temporalmente ahí, según el arqueólogo Huw Groucutt del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana en Jena, Alemania.

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