Desde hace 9.000 años honraban a los muertos con cervezas en China

Un nuevo estudio ha hallado pruebas de que se bebía cerveza hace 9.000 años en el sur de China y que probablemente se trataba de un ritual para honrar a los muertos. Las evidencias, de los más antiguos del mundo en cuanto al consumo de esta bebida alcohólica, se han publicado en la revista especializada Plos One.

Los investigadores analizaron vasijas antiguas encontradas en una necrópolis en Qiaotou, en la que no se encontraron estructuras residenciales. Las piezas se encontraron en un montículo que contenía dos esqueletos humanos y múltiples pozos de cerámica con recipientes de alta calidad, muchos de ellos completas.

El equipo analizó veinte piezas, que diferían en tamaño. Algunas de ellas eran de tamaño similar a las vasijas para beber que se utilizan hoy en día, y podían sostenerse en una mano como una taza. Mientras, otras siete eran recipientes de almacenamiento, más grandes, que se utilizaban para beber alcohol en períodos históricos posteriores.

Para confirmar que se usaron para ese fin, los científicos analizaron los residuos microfósiles -almidón, fitolitos y hongos- y se compararon con muestras de control obtenidas del suelo que rodeaba las piezas. Identificaron en los recipientes elementos de fermentación de la cerveza y que no se encuentran de forma natural en el suelo

«Los resultados revelaron que las vasijas de cerámica se utilizaban para contener cerveza, en su sentido más general: una bebida fermentada hecha de arroz (…), un grano llamado lágrimas de Job (Coix lacryma-jobi) y tubérculos no identificados», ha afirmado en un comunicado el coautor del estudio Jiajing Wang, profesor asistente de antropología en Dartmouth.

«Sin embargo, esta cerveza antigua no habría sido como la IPA que tenemos hoy en día. En cambio, es probable que fuera una bebida ligeramente fermentada y dulce, que probablemente tuviera un color turbio», ha matizado el investigador.

Agente de fermentación

Los resultados también mostraron que en los residuos de las vasijas había fitolitos de cáscara de arroz y otras plantas por lo que indican que es posible que añadieran a la bebida como agente de fermentación. El cultivo del arroz en China se produjo de forma gradual hace entre 10.000 y 6.000 años atrás, por lo que hace nueve milenios estaba todavía en la fase inicial.

En esa época, la mayoría de las comunidades eran cazadoras-recolectoras que dependían principalmente de la búsqueda de alimentos. Como explican los científicos en el estudio, dado que la recolección y el procesamiento del arroz requerían mucho trabajo, la cerveza de Qiaotou era probablemente una bebida de importancia ritual.

El análisis de los residuos de las vasijas también mostró rastros de moho, que se utilizaba en el proceso de elaboración de la cerveza. Sus características eran muy similares al presente en el koji, que se utiliza para hacer sake y otras bebidas de arroz fermentado en Asia oriental.

Presencia de moho

La cerveza es, técnicamente, cualquier bebida fermentada elaborada a partir de cultivos mediante un proceso de transformación en dos fases. En la primera fase, las enzimas transforman el almidón en azúcar (sacarificación). En la segunda fase, las levaduras convierten el azúcar en alcohol y otros estados como el dióxido de carbono (fermentación). Como explican los investigadores en el estudio, el moho actúa como una especie de agente para ambos procesos, al servir de iniciador de la sacarificación-fermentación.

«No sabemos cómo fabricaban el moho hace 9.000 años, ya que la fermentación puede producirse de forma natural -explica Wang-. Si tenían restos de arroz y los granos se enmohecían, puede que se dieran cuenta de que los granos se volvían más dulces y alcohólicos con la edad. Aunque pueden no haber conocido la bioquímica asociada a los granos que se enmohecían, probablemente observaron el proceso de fermentación y lo aprovecharon a través de la prueba y el error»

Dado que la cerámica de Qiaotou se encontró cerca de los enterramientos en una zona no residencial, los investigadores concluyen que las vasijas de cerveza se utilizaban probablemente en ceremonias rituales relacionadas con el entierro de los muertos. Especulan que la bebida ritualizada puede haber sido integral para forjar las relaciones sociales y la cooperación, lo que sirvió como precursor de las complejas sociedades de cultivo de arroz que surgieron 4.000 años después.

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